Publicado: mayo 11, 2025, 2:30 pm
León XIV ya tiene retrato oficial, firma y escudo. El Vaticano, a través de la Oficina de Celebraciones Litúrgicas del Sumo Pontífice (UCEPO), ha hecho público este fin de semana la simbología y la imagen del nuevo pontífice de la Iglesia Católica, una fotografía cargada de mensaje y que marca distancias con la del papa Francisco.
Mientras que el discurso de León XIV continúa el legado de su predecesor, su rúbrica recupera la fórmula tradicional de las firmas papales al incluir la abreviatura «P.P.», que significa «Pontifex Pontificum» (Pontífice de los Pontífices), y que se puede leer junto a su nombre, Leone XIV.
La firma ya dista mucho del escueto «Franciscus» con el que Bergoglio quiso pasar a la historia, y que también figura en la lápida de su sencilla tumba que León XIV visitó este sábado en la basílica romana de Santa María la Mayor.
El mismo camino ha tomado Prevost con su retrato oficial. A diferencia de la imagen del papa Francisco, en la que posaba únicamente con su vestimenta blanca y la cruz pectoral del Buen Pastor, León XIV aparece con todos los ornamentos tradicionales: muceta roja —una especie de capa corta—, estola bordada, roquete —sobrevestidura de lino blanco— y una cruz pectoral dorada.
El aspecto, que recuerda más al de Benedicto XVI, es el mismo con el que se presentó al mundo el pasado jueves desde el balcón de la basílica de San Pedro, tras ser elegido Papa en el cónclave.
Asimismo, el Vaticano también ha desvelado el escudo y el lema episcopal de León XIV, en los que el nuevo Papa ha querido recordar a la Orden de San Agustín, a la que pertenece.
En el escudo, la imagen de un libro cerrado bajo un corazón atravesado por una flecha son una manera de plasmar la experiencia de la conversión de san Agustín que él mismo explicó con las palabras «Vulnerasti cor meum verbo tuo» («Has traspasado mi corazón con tu Palabra»).
También el lema en latín, «In Illo uno unum», fueron las palabras que pronunció san Agustín en un sermón, la Exposición del Salmo 127, para explicar que «aunque los cristianos seamos muchos, en el único Cristo somos uno».
La cruz pectoral de León XIV también es toda una declaración de intenciones, ya que cuenta con reliquias de San Agustín y de su madre, Santa Mónica, dos figuras que «encarnan la fidelidad, la reforma, el servicio y el martirio», según ha detallado el Vaticano.
Dicha cruz fue un regalo que la Curia le hizo a Robert Prevost cuando fue nombrado cardenal, el 30 de septiembre de 2023, y que este quiso llevar al cónclave.
