Publicado: abril 30, 2025, 4:30 am
Un migrante guatemalteco ha pasado más de ocho horas subido a un árbol para evitar ser arrestado por agentes de migración en San Antonio (Texas, EEUU).
Desde las 10.00 hora local (15.00 GMT) el hombre estuvo aferrado a las ramas del árbol, mientras un grupo de al menos seis agentes, incluyendo tres oficiales que usaban pasamontañas para tapar sus rostros, estaban esperándolo abajo para detenerlo, según ha observado Efe.
Sobre las 19.00 hora local (00.00 GMT), el migrante, identificado por medios locales como Raúl Ical, de 29 años, descendió del árbol y fue detenido por agentes del Servicio de Inmigración y Aduana (ICE).
En declaraciones a Efe, la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, ha indicado que los migrantes que estén en EEUU de manera irregular «serán deportados». «Pueden huir, pero no esconderse (…) ICE los encontrará«, señaló la funcionaria.
Según informa el diario San Antonio Express News, Ical había entrado a EEUU de manera irregular en dos ocasiones, por lo que enfrenta cargos federales.
Durante las ocho horas que pasó Ical tratando de evadir a las autoridades, vecinos de la zona de un barrio históricamente latino le gritaron consignas de apoyo a lo largo de la tarde. «No te bajes, tú tienes derechos», le repitió una y otra vez Antonio Cruz, un residente de la ciudad que decidió acercarse en «solidaridad».
«Me rompe el corazón porque soy padre de familia y no sé si esta persona lo es también. Sea o no criminal, no deja de ser persona«, contó el joven estadounidense de ascendencia hondureña a Efe. «Si las personas que tenemos papeles no nos preocupamos por eso, al rato van a venir por nosotros», agregó.
Cruz relató que logró intercambiar algunas palabras con Ical, quien a gritos desde el árbol le contó que era obrero de construcción e iba de camino al trabajo cuando se dio cuenta de que las autoridades lo estaban «siguiendo».
El arresto de este hombre guatemalteco llega en medio de una recrudecimiento de las políticas antinmigrantes en EEUU, de la mano del presidente, Donald Trump, quien prometió llevar a cabo la mayor campaña de deportación «de la historia».
El Gobierno ha sacado pecho del aumento en los arrestos de migrantes, que se han duplicado en comparación con la Administración anterior, de un promedio de 310 al día a más de 650, según cifras del Migration Policy Institute.
Sin embargo, Trump se ha enfrentado a obstáculos judiciales y logísticos —falta de personal y de infraestructura— para lograr las deportaciones «masivas» que prometió a sus votantes.