Publicado: abril 29, 2025, 8:30 pm
Pablo Urdangarin tiene dos pasiones en Barcelona, donde vive: el balonmano, que practica en el equipo del Granollers, y su novia, la estudiante de Medicina Johanna Zott, a quien conoció cuando cursaba estudios en el Liceo Francés de la ciudad condal.
La pareja, que lleva dos años de amor, protagoniza las escenas más románticas del deporte. Ella acude a todos los partidos del hijo de la infanta Elena locales: se sienta siempre en butacas cercanas a la pista, con algún conocido, como su madre, también médica. O con su suegra, la infanta Cristina, con quien se lleva muy bien, pero de quien no habla nunca.
En el último partido con su equipo, el BM Granollers, frente al Abanca Ademar León, Pablo consiguió un valioso empate y el aplauso de Johanna, que como siempre, al terminar le premió con un beso. Antes, aplaudía y jaleaba sus buenas jugadas.
Pablo sufrió una dura caída, aunque sin consecuencias, y además recibió la admiración de algunos niños que portaban una pancarta con su nombre.
Al terminar el partido, Johanna y su madre abandonaron la cancha y aunque fueron preguntadas por la infanta Cristina y por Iñaki Urdangarin, ella se limitó a responder: «Lo siento, no voy a decir nada».