Publicado: abril 26, 2025, 10:30 am
En 2012, el británico Adrian Bayford, de 54 años, entró a formar parte del exclusivo club de ganadores de Euromillones tras llevarse un bote de 148 millones de libras —190 millones de euros en aquel momento—. Sin embargo, el dinero no siempre trae la felicidad, y su vida cambió drásticamente desde entonces.
Apenas 15 meses después de ganar el bote, Adrian se divorció de su mujer Gillian, con quien tuvo que repartirse sus ganancias millonarias, ya que ambos eran los ganadores del premio.
Previamente, se habían comprado una mansión de siete habitaciones a las afueras de Cambridge, que heredó Adrian, pero que tampoco le trajo suerte: al contrario, se llenó de «malos recuerdos», según ha confesado un amigo del millonario al diario The Sun.
Aunque ahora comparte su vida con Tracey Biles, una trabajadora de ambulancias con quien está prometido, Adrian se comprometió en anteriores ocasiones, pero no llegó a pasar por el altar.
Por este motivo, Adrian y su actual pareja han decidido llevar una vida menos ostentosa e irse a vivir con su madre a la casa de campo de cuatro habitaciones que él mismo les compró a sus padres tras ganar el Euromillones.
«Simplemente cree que puede mudarse a una casa más pequeña, tener una vida sencilla y volver a la normalidad antes de ser millonario«, indica su amigo al tabloide británico.
«La casa que deja es la que compró con su ex Gillian y donde se separó de sus otras prometidas, así que está llena de malos recuerdos para él«, agrega esta fuente cercana.
Por su parte, la exmujer de Adrian, Gillian, confesó en 2016 que el dinero lo había cambiado todo para mal: «Es desgarrador y doloroso. Se suponía que el dinero haría felices a todos. Pero nos ha vuelto exigentes y codiciosos. (Mi familia) ha perdido el contacto con sus orígenes», confesó a The Sun entonces.