Publicado: abril 26, 2025, 8:30 am
La madrugada del 3 de octubre de 2016, Kim Kardashian vivió uno de los episodios más traumáticos de su vida en una lujosa suite del Hôtel de Pourtalès, en pleno centro de París. Dos hombres encapuchados, uno armado, entraron en su habitación y, durante 10 minutos, estuvo atada de pies y manos y con la boca tapada con cinta adhesiva.
La influencer ha reconocido que temió por su vida mientras los delincuentes se llevaban sus joyas, valoradas en unos nueve millones de euros. Ahora, casi una década después, el caso vuelve a un primer plano con el inicio del juicio en el Tribunal de Primera Instancia de París.
Entre los acusados se encuentran tres hombres, de avanzada edad, señalados como los principales responsables del asalto. Tienen problemas de movilidad y audición, además, su aspecto dista mucho del que podría asociarse con un atraco de tal magnitud. De hecho, se les ha apodado como «abuelos ladrones».
El caso ha llamado la atención de todos los medios internacionales por su dimensión. Por un lado, una millonaria estrella de las redes sociales y, por otro, una banda de delincuentes, curtidos en los suburbios de París, que lograron ejecutar uno de los atracos más sonados.
Casi diez años después, el juicio busca esclarecer los hechos y hacer justicia, pero también cerrar un oscuro capítulo en la vida de Kim Kardashian. En redes sociales, la gente asegura que el dictamen será también el veredicto sobre el choque entre dos formas de entender el mundo.