Publicado: abril 20, 2025, 3:30 am
Lenny Kravitz es uno de los cantantes más destacados en el mundo del Rock. Desde que se diera a conocer en 1989, el intérprete no ha dejado de recibir premios como el Grammy a Mejor intérprete de rock masculino en cuatro años cosecuntivos, de 1999 a 2002. Aunque su patrimonio no solo se extiende a la esfera musical.
En una reciente entrevista para el medio Architectural Digest, el intérprete ha abierto las puertas de su casa en París. Una misión de los años 20 que mezcla el estilo propio de la época con la esencia del cantante en una de las zonas más frondosas del distrito 16 de la capital francesa.
Como así ha explicado al citado medio, Kravitz se enamoró de la casa desde que la vio. «Aparqué, me señaló el exterior y pregunté: ‘Vale, ¿a qué planta vamos?’, pensando que era un edificio de apartamentos. ‘Es todo’, contestó. ‘No, no, no, ni hablar’. Insistió en que, por favor, le echara un vistazo, así que entré. Lo vi claro: ‘Esta es mi casa’. En un plano espiritual, lo supe inmediatamente«, ha confesado recordando la primera vez que estuvo en el que fuera el hogar de la condesa Anne d’Ornano.
Actualmente, la casa lleva el nombre de su madre, Roxy, y ha pasado de ser un domicilio señorial a un «refugio informal». «Este lugar se llama Hotel de Roxy. Lleva el nombre de mi madre porque era su sueño venir a vivir a París. Quería retirarse después de hacer 11 temporadas en The Jeffersons, pero nunca pudo hacerlo. Así que lo estoy haciendo por los dos. Este lugar es un verdadero regalo», ha confesado.
Por ello, ha querido que la esencia de su difunta madre esté presente en cada aspecto de la casa. Prueba de ello son los detalles de inspiración africana con los que se decoran las estancias. Así, en el vestidor y cerca de la escalera para acceder al resto de las estancias se encuentra su icónico piano, el Kravitz Grand.
El instrumento se trata de una pieza limitada realizada a mano con erce duro, ébano de Madagascar y bronce. Además, cuenta con tallas en madera, uniendo tanto sus orígenes africanos como su pasión por la música. «Este lugar fue hecho para hacer música. Tiene una reverberación hermosa. Tuve la oportunidad de trabajar con Steinway y diseñé este piano de cola hace unos años. Es una pieza de la que estoy realmente orgulloso. Quise usar una forma africana para el piano y combinar el diseño europeo con el africano. Lo diseñé para este espacio», ha explicado el roquero.
Aunque esta no es la única muestra de su amor por su cultura y sis ancestros. «Hay fotografías de ellos por todos lados…. Está el petit salon, llamado Roxy Room, dedicado a mi madre, el amor de mi vida», ha seguido explicando. Además, la estancia cuenta con un gran salón, repleto de arte, donde recibe a sus invitados.
Del mismo modo, el comedor que «gira en torno a una foto» de su abuelo, «el jefe de la familia» y una gran inspiración para él. «Me encanta que esté aquí, aún bendiciendo a quienes entran. Siento su presencia y me gusta verlo todos los días», ha destacado.
