Publicado: abril 13, 2025, 5:30 am
El pasado domingo, 6 de abril, la youtuber Begoña Gerpe dejó su ciudad natal, La Coruña, para trasladarse a Andorra. Una drástica decisión que, según ella mismo explicó en su canal de YouTube, tomó por «miedo» a la «falta de seguridad jurídica» en España tras ser acusada de un delito de odio y discriminación hacia las personas gitanas.
En su vídeo, que ya cuenta con más de 760.000 visitas, la abogada y divulgadora sostiene ser víctima de una «campaña de cancelación» en redes sociales, impulsada especialmente por «asociaciones activistas» vinculadas a la comunidad gitana. «Recibí amenazas de muerte y de enfermedades», denuncia Gerpe, alegando que estos grupos contarían con el respaldo del Gobierno y, a ellos, «pleitear les sale gratis».
Esta «campaña de odio» se remontaría al mes de abril de 2023, cuando la influencer publicó un vídeo, titulado La manada de Badalona de la que Irene no habla, en el que daba su punto de vista sobre el mediático caso de una violación múltiple a una niña de 11 años. «Yo grabé ese vídeo y conté mis experiencias personales y profesionales con algunos miembros de etnia gitana», apunta la gallega.
A pesar de ello, varias entidades gitanas denunciaron ante la Fiscalía su vídeo, en el que la gallega aseguraba tener «miedo» de acercarse a barrios donde hay mayor presencia de la comunidad gitana. «Ellos se relacionan entre ellos, tienen sus propias leyes y costumbres y no se integran con nosotros», decía en aquel entonces.
Ahora, mientras espera el juicio por la causa que tiene abierta, la abogada se reafirma en su postura y descarta pedir disculpas públciamente. «La verdad no es odio, por mucho que lo diga el Código Penal. Para algunos, es inasumible por dolorosa o vergonzante, pero no es odio», sostiene.
Begoña relata el proceso judicial que vivió desde entonces y que, según ella misma señaló, repercutió en su salud al amenazar su embarazo con un «parto prematuro». Y es que, contra todo sus pronósticos, la causa en su contra no se archivó y, pese a que aportó las pruebas pertinentes, la jueza decidió «prorrogar la instrucción seis meses más».
Paralelamente, la creadora de contenido, erigiéndose como «cabeza de turco», defiende la supuesta ‘persecución’ hacia los youtubers por parte del Gobierno como factor determinante de su decisión. «Yo no tenía pensado irme de España en ningún momento. Nunca estuvo en mis planes. Me he ido por miedo a la falta de seguridad jurídica que hay en España.
Aun así, la youtuber planea regresar a España tan pronto se resuelve su situación. «No he dicho nada constitutivo de delito (…)»Lo dije y lo mantengo: no pienso retirar una coma porque todo lo que digo en ese vídeo, me condenen o no, es verdad».