Publicado: abril 9, 2025, 7:30 pm
«Fue a por lana y salió trasquilado». Es lo que le ha ocurrido a Elon Musk en las últimas horas cuando quiso demostrar el funcionamiento de sus satélites Starlink mientras viajaba en su avión privado y jugaba por ‘streaming’. Lo que debería haber sido una partida tranquila Path of Exile 2 se convirtió en una lluvia de insultos al empresario de origen sudafricano. El chat del juego se transformó el martes en un ring virtual de provocaciones cada vez más hirientes. «No tienes verdaderos amigos y morirás solo» , le decía al dueño de Tesla y X un usuario, que repitió el mensaje hasta copar todos los comentarios mostrados en la pantalla. A este mensaje siguieron muchos más en la misma línea. «Arruinaste el país igual que arruinaste todos tus matrimonios» , escribía una persona. «Tu hija tiene razón», decía otra, en referencia a las críticas que Musk ha recibido por parte de una de sus descendientes, que lo acusó repetidamente de transfobia y de no respetar su identidad de género. Los insultos se dirigían a todas las esferas de la vida de Musk : desde sus actividades comerciales hasta su vida privada, incluidas críticas a su estilo de juego. Sin embargo, el multimillonario permaneció impasible, sin alterar el gesto ni responder a los ataques. Tras una hora y media de ‘streaming’ cada vez más duro por todas provocaciones, decidió desconectarse. Esta situación se produjo el mismo día en que Musk se enfrentó al principal ideólogo del proteccionismo trumpista y uno de los funcionarios más polémicos del entorno presidencial, Peter Navarro . Este respondió a las críticas del dueño de Space X a los aranceles de Trump y a la defensa de un acuerdo de libre comercio con la Unión Europea. «Elon no es un fabricante de coches, es un ensamblador (…) Las baterías vienen de Japón, los componentes electrónicos de Taiwán y muchas otras partes de China», afirmó. Y Musk no tardó en responder: « Navarro es verdaderamente un idiota. Lo que dice es demostrablemente falso (…) Tesla tiene los coches más estadounidenses del mercado. Es más tonto que un saco de ladrillos ».