Publicado: marzo 20, 2025, 2:30 pm
La segunda ronda de mediación por parte de Estados Unidos para acabar con la invasión rusa de Ucrania ya tiene fecha. El próximo lunes 24 de marzo delegaciones del Gobierno de la Federación Rusa y de Kiev se volverán a reunir con una estadounidense en Arabia Saudí. Y lo harán, como ya hicieron la primera vez, por separado. En esta ocasión llegan tras haber aceptado ambas partes el acuerdo de Trump y Putin de este martes en el que se pactó cesar los ataques a infraestructuras energéticas durante 30 días. Una tregua parcial que todavía no se ha puesto en marcha, ya que, pese al visto bueno, Ucrania ha demandado que se haga oficial con una firma para evitar que Moscú se eche para atrás.
Según lo que ha pactado Washington con Ucrania y Rusia, el objetivo de esta nueva ronda es abordar las cuestiones técnicas para alcanzar una segunda fase que se traduciría en una tregua en el mar Negro y, en última instancia, en una tregua total. «Acordamos con (Mike) Waltz que las consultas bilaterales las mantendrán los expertos designados por ambos presidentes», ha confirmado este jueves Yuri Ushakov, asesor internacional del Kremlin. Por parte rusa, añadió, participarán el jefe del Comité de Asuntos Internacionales del Senado, Grigori Karasin, y el asesor del director del Servicio Federal de Seguridad (FSB, antiguo KGB), Serguéi Beseda. «Se trata de negociadores experimentados muy conocedores de la problemática internacional», explicó.
Ambos países acudirán a la cita con líneas rojas claras sobre lo que necesitan para avanzar en las negociaciones. La portavoz rusa de Exteriores, María Zajárova, ha advertido a Estados Unidos de que el Kremlin no ve con buenos ojos la reanudación del envío de armamento a Ucrania. «Los suministros de armas al régimen de Kiev van en contra de sus declaradas intenciones de lograr la paz y llevarlo todo al cauce del arreglo diplomático», dijo. «Quien quiere la paz, naturalmente, abogará por el cese de la militarización de la banda terrorista».
Zajárova insistió en que Putin fue muy claro sobre esto en la conversación telefónica del martes con Trump, en la que subrayó que una «condición clave» para evitar una escalada del conflicto y trabajar en pos de un arreglo político-diplomático «debe ser el cese total de la ayuda militar extranjera». «Es una cuestión de principios. Esperamos que lo escuchen en Washington», afirmó. Lo cierto es que el Gobierno ruso añadió esto en su comunicado tras la llamada, pero un día después, el presidente estadounidense negó que su homólogo pusiera esa condición.
Por parte de Ucrania, el presidente Zelenski ha dicho este jueves durante una rueda de prensa conjunta con el primer ministro noruego, Jonas Gahr Støre, que la delegación ucraniana presentará una lista con el tipo de infraestructuras que no podrán ser atacadas durante la tregua. Este es uno de los principales escollos que ha provocado que todavía no se haya hecho efectivo el alto el fuego. Mientras que el Kremlin únicamente habla de ataques a infraestructuras energéticas, tanto la Casa Blanca como Ucrania hablan de otras instalaciones civiles. En este sentido, Zelenski ya ha advertido de que planea incluir infraestructuras civiles no energéticas en la lista ucraniana.
Sobre la ayuda extranjera, Kiev ha reconocido que mientras Rusia no acepte una tregua total como la acordada por ellos con EEUU, van a seguir utilizando y recibiendo ayuda militar. De hecho, este jueves su presidente ha solicitado por videoconferencia con el Consejo Europeo 5.000 millones de euros para financiar la compra de munición de artillería. «Es necesario que vuestro apoyo a Ucrania no se reduzca y que continúe y aumente. En particular en materia de defensa aérea, de asistencia militar y de nuestra resiliencia en general. Necesitamos fondos para munición de artillería, y agradeceríamos mucho un apoyo europeo de al menos 5.000 millones de euros lo antes posible», declaró.
Además, el líder ucraniano ha rechazado que la central nuclear de Zaporiyia, ocupada por Rusia, pase a ser propiedad de Estados Unidos en el marco de las negociaciones de paz. Una propuesta hecha por Trump al tiempo que dejaban caer que era posible que en un futuro acuerdo Ucrania no pueda recuperarla. «Estamos abiertos a debatir si Estados Unidos quiere invertir en modernizar la central, pero no la propiedad. No vamos a discutir ese tema«, dijo Zelenski, que resaltó que todas las centrales nucleares son de «propiedad estatal» y pertenecen al «pueblo de Ucrania», por lo que no se puede discutir su propiedad.