Publicado: marzo 18, 2025, 3:30 pm
La esperada llamada entre el presidente estadounidense, Donald Trump, y su homólogo ruso, Vladímir Putin, ha terminado con un primer pacto que tendrá un importante impacto en la guerra de Ucrania. Ambos mandatarios acordaron tras más de dos horas de conversación el cese de los ataques a infraestructura energética durante 30 días y el canje de 350 prisioneros de guerra este miércoles. Aunque Washington había insistido estos días en que las negociaciones para poner fin a los combates estaban avanzadas, lo cierto es que no se ha conseguido el ansiado alto el fuego total. Pese a ello, la Casa Blanca asegura que este acuerdo es un paso fundamental en el camino a una paz definitiva, aunque medios estadounidense alertan de que lo acordado este martes necesitará la aprobación ucraniana, ya que podría diferir de lo pactado la semana pasada.
Ambos países han acordado también comenzar «de inmediato» en Oriente Próximo las «negociaciones técnicas» para poner en marcha un alto el fuego marítimo en el Mar Negro que lleve a un alto el fuego total y una paz permanente, según el resumen de la conversación difundido por la Casa Blanca. «Ambos líderes coincidieron en que este conflicto debe concluir con una paz duradera. También destacaron la necesidad de mejorar las relaciones bilaterales entre Estados Unidos y Rusia. El dinero y la sangre que Ucrania y Rusia han gastado en esta guerra se invertirían mejor en las necesidades de sus pueblos», se puede leer en el comunicado.
La llamada, que comenzó a las 16.00 hora peninsular española, se alargó más de dos horas. Durante la conversación Putin exigió el cese total de la ayuda militar extranjera a Ucrania y también del suministro de datos de inteligencia como «condiciones clave» para evitar una escalada de la contienda, algo que no parece que se haya acordado en esta ocasión. Sobre ello, el comunicado estadounidense se limita a afirmar que «el dinero que tanto Ucrania como Rusia han gastado en esta guerra se invertiría mejor en las necesidades de sus pueblos».
Por su parte, el Kremlin ha incidido en que la solución del conflicto pasa por reconocer «las causas profundas de la crisis» y reconocer los «intereses legítimos» de Rusia en el campo de la seguridad. Asimismo, ha señalado que el acuerdo de alto el fuego de 30 días ha de ir acompañado de «garantías de control» en el frente, del fin de la «movilización forzada» de Ucrania, así como de su posible rearme durante la tregua. El Kremlin también ha hecho saber a Washington sus recelos acerca de la capacidad de Ucrania para negociar, teniendo en cuenta que «ha saboteado y violado repetidamente» otros acuerdos alcanzados.
La semana pasada Putin ya había mostrado sus dudas sobre la tregua y los inconvenientes sobre los soldados ucranianos que combaten aún en la región rusa de Kursk. «¿Todos los que están allí van a salir sin combatir? ¿Les debemos dejar marchar después de que hayan cometido numerosos crímenes contra la población civil? ¿O los dirigentes ucranianos les ordenarán deponer las armas y rendirse? ¿Cómo lo haremos? No se entiende», se preguntó. También opinó lo mismo sobre los dos mil kilómetros de frente en territorio ucraniano donde, según Putin, las tropas rusas avanzan en casi todos los sectores y tienen opciones de rodear grandes unidades enemigas. «¿Cómo se van a utilizar esos 30 días? ¿Para que Ucrania continúe la movilización forzosa? ¿Para que allí desplieguen armas?», señaló entonces.
En el documento publicado este martes por el Gobierno ruso se recoge que Putin ha garantizado a Trump que está «dispuesto a guiarse por consideraciones humanitarias» en lo que respecta a la situación en el frente de Kursk, siempre y cuando las tropas ucranianas allí desplegadas se rindan. En ese caso, «se garantizará la vida y un trato digno a los soldados ucranianos«. Además, el Kremlin confirma que «continuarán los esfuerzos para lograr una solución en Ucrania de manera bilateral» y que ya se están creando «grupos de expertos rusos y estadounidenses».
Además de lo pactado sobre la guerra en Ucrania, los dos presidentes hablaron también «ampliamente sobre Oriente Medio como una región de potencial cooperación para prevenir futuros conflictos». Además, abordaron la necesidad de «detener la proliferación de armas estratégicas» y «colaborarán con otros para garantizar su aplicación más amplia». En este sentido, la Casa Blanca asegura que los dos países están de acuerdo en que «Irán nunca debería estar en condiciones de destruir a Israel».
Putin y Trump tenían previsto abordar hoy tanto el arreglo pacífico del conflicto ucraniano como la normalización de sus relaciones bilaterales. Sobres ello, ambos líderes estuvieron de acuerdo en que «un futuro con una mejor relación bilateral entre Estados Unidos y Rusia ofrece enormes ventajas». «Estas incluyen importantes acuerdos económicos y estabilidad geopolítica una vez alcanzada la paz», se puede leer en el tweet de la portavoz del Gobierno estadounidense, Karoline Leavitt.
Esta es la segunda llamada entre ambos líderes. La primera fue el pasado 12 de febrero, momento en el que acordaron iniciar un proceso negociador para poner fin al conflicto. Los acuerdos de este martes podrían hacer callar por primera vez en más de tres años los ataques contra este tipo de infraestructuras. Queda por ver cuál es el siguiente paso y qué día entrará en vigor. Siempre y cuando Kiev acepte que el alto el fuego a los combates aceptado la semana pasada en Arabia Saudí con Estados Unidos se limite únicamente a los ataques contra estas instalaciones.