Publicado: marzo 12, 2025, 3:30 am
Desde su regreso a la Casa Blanca, el presidente Donald Trump ha sembrado incertidumbre en el comercio global con su agresiva política de aranceles. Ha anunciado, cancelado, reactivado y amenazado con gravámenes de hasta el 100% en respuesta a cada crisis o afrenta percibida . Su estrategia ha generado volatilidad en los mercados, con caídas recurrentes en Wall Street y preocupación en sectores industriales. En medio de este caos, varias medidas ya han sido implementadas, mientras otras han sido suspendidas o están en proceso de aplicación. Trump ha defendido su política con la afirmación de que «arancel» es su palabra favorita en el diccionario , presentándolos como una herramienta clave para garantizar la prosperidad de Estados Unidos, aunque sea a costa de sus socios comerciales o competidores. Hasta la fecha, estos son los aranceles vigentes y los que están programados para entrar en vigor en las próximas semanas: Aranceles vigentes y programados en la administración Trump: – En vigor desde el 4 de febrero: 10% sobre todas las importaciones de China. – En vigor desde el 4 de marzo: 25% sobre todas las importaciones de México. – En vigor desde el 4 de marzo: 25% sobre la mayoría de las importaciones de Canadá, con una tasa reducida para productos energéticos. – En vigor desde el 4 de marzo: 10% adicional sobre todas las importaciones de China. – Suspendidos desde el 6 de marzo: Exención para bienes de Canadá y México que caen dentro del acuerdo comercial de libre comercio y productos automotrices. – En vigor desde el 12 de marzo: 25% sobre todas las importaciones de aluminio y acero en el mundo. – Suspendidos el 12 de marzo: 25% adicional sobre el aluminio y acero provenientes de Canadá. • Aplicación prevista para el 2 de abril: Arancel aún no especificado sobre todos los productos agrícolas importados. • Aplicación prevista para el 2 de abril: Arancel aún no especificado sobre todos los automóviles extranjeros. • Aplicación prevista para el 2 de abril: Arancel recíproco aún no especificado para cada país. Trump ha justificado estas medidas como un intento de fortalecer la producción nacional y reducir la dependencia de importaciones. Sin embargo, economistas y analistas advierten de que esta estrategia podría terminar perjudicando a los consumidores estadounidenses, encareciendo productos esenciales y afectando a las empresas que dependen de bienes importados.