Publicado: marzo 6, 2025, 3:31 am
A lo largo de 2024 en nuestro país se produjeron 10.713 ejecuciones hipotecarias sobre viviendas de personas físicas, un 5,8% menos que en el ejercicio anterior, según datos publicados hoy por el Instituto Nacional de Estadística (INE). De estos procedimientos, 8.921 (un 4,3% menos que en 2023) se abrieron sobre viviendas que en ese momento estaban ocupadas por el deudor, las que el organismo estadístico llama ‘habituales’. Con este descenso, las ejecuciones hipotecarias sobre primeras residencias, que siempre son las más preocupantes, se anotan tres años consecutivos a la baja tras el descalabro de 2020 y 2021 , cuando en plena pandemia se dispararon un 41,6% y un 57,4% respectivamente. Más allá de esos dos años de excepcionalidad, que rompieron con un lustro de moderación, lo cierto es que desde 2014 la estadística ha tenido por lo general una tendencia descendiente, en línea con un mercado hipotecario que con la última crisis se volvió más prudente. Hay que recordar que esta estadística ofrece el número de operaciones iniciadas e inscritas en los Registros de la Propiedad. Es decir, se limita a indicar los procesos de ejecución que inician las entidades bancarias por impagos de la hipoteca, sin especificar cuáles de esos procesos terminan en un desahucio. En términos generales, en 2024 se iniciaron 20.262 ejecuciones hipotecarias, un 4,8% más que en 2023. De estas, 18.842 afectaron a fincas urbanas (un 2,1% más) y 1.420 a fincas rústicas (+61,5% más). Un dato llamativo de los que ha ofrecido hoy el INE remite a la antigüedad de esos préstamos que terminan en un impago, pues buena parte de ellos se remontan a los años del ‘boom’ inmobiliario. Exactamente, el 48% de las ejecuciones iniciadas en 2024 correspondieron a préstamos concedidos entre 2005 y 2008.
