Publicado: marzo 3, 2025, 7:55 pm
SpaceX, la compañía aeroespacial de Elon Musk, ha decidido cancelar el intento de lanzar el octavo vuelo de prueba de su megacohete Starship. La razón: a menos de 60 minutos de la hora prevista de despegue, la primera etapa, Super Heavy, su ‘monstruo’ con 33 motores Raptor responsables de elevar a este gigante de 120 metros, ha registrado un fallo que los ingenieros no han podido resolver en los minutos siguientes. Así, la compañía ha optado por posponer al menos 24 horas el lanzamiento, que previsiblemente se intentará de nuevo a la misma hora de mañana martes (sobre las 17.30 hora local en Boca Chica, Texas, en las instalaciones de SpaceX; al filo de la media noche en el caso de España). El octavo test del cohete Starship está enfocado en conseguir los hitos que no se pudieron alcanzar en la prueba anterior, una prueba que aunque consiguió la recuperación al vuelo de Super Heavy, registró la explosión de la etapa superior, Ship , con la caída de restos sobre las islas Turcas y Caicos, un archipiélago del Océano Atlántico. En concreto, en esta ocasión se intentará de nuevo dejar una carga útil en el espacio (unas maquetas con el mismo peso y tamaño que los satélites de Starlink, la constelación de SpaceX), así como llevar a cabo diferentes experimentos orientados a la futura vuelta ‘de una pieza’ de Ship, que de momento no ha podido ser recuperado para un nuevo uso (siempre ha caído en el Golfo de México o ha acabado estallando en el cielo en la reentrada). De hecho, en esta ocasión, y si todo va según lo previsto, amerizará también en el Océano Índico, bajo la atenta ‘mirada’ de unas cámaras instaladas en unas boyas cercanas que emitirán en directo el momento. También se volverá a intentar la capturara en su base el cohete Super Heavy, si bien verlo de nuevo siendo atrapado al vuelo por los palillos de su plataforma se decidirá a escasos minutos de la maniobra. «Si la orden del jefe de vuelo no se envía antes de que se complete la combustión del cohete de regreso, o si los controles de estado automáticos muestran condiciones inaceptables en el cohete Super Heavy o en la torre, el cohete adoptará una trayectoria predeterminada para un amerizaje suave en el Golfo de América», indican desde la compañía. La prueba anterior ya contó con importantes mejoras en el cohete, como que los flaps delanteros se rediseñaron para reducir su exposición al calor de la reentrada, donde el cohete experimenta temperaturas de hasta 2.000 grados; o se ha aumentado la potencia de los propulsores para que mejore el rendimiento de la nave y, con ello, la capacidad de volar en misiones más largas (porque un vuelo a Marte llevará, al menos, dos años de viaje). En esta prueba, enfocada en la vuelta de Ship de una pieza -que casi completará una vuelta a la Tierra en una hora y seis minutos, si todo sale según lo previsto, acabando en el Océano Índico-, se han quitado una cantidad significativa de baldosas de Starship para probar las áreas vulnerables en todo el vehículo. Además, se han instalado diferentes tipos de baldosas térmicas con nuevos materiales para observar cuál es la más resistente en la reentrada. «El perfil de reingreso de Starship está diseñado para estresar intencionalmente los límites estructurales de los flaps traseros de la etapa superior mientras se encuentra en el punto de máxima presión dinámica de entrada», indica la compañía, por lo que es posible que veamos llamas en la reentrada. Finalmente, varios sensores de radar se probarán una vez más en los palillos de la torre de lanzamiento y captura con el objetivo de aumentar la precisión al medir las distancias entre los palillos y el vehículo que regresa. El cohete Super Heavy, que si todo sale según lo previsto, regresará a los siete minutos del despegue, para este vuelo cuenta con aviónica mejorada, que incluye un ordenador de vuelo más potente, una distribución de energía y red mejorada y baterías inteligentes integradas. «El cohete que regresa disminuirá su velocidad supersónica, lo que provocará explosiones sónicas audibles en el área alrededor de la zona de aterrizaje», advierten desde SpaceX. «Las pruebas de desarrollo son, por definición, impredecibles. Pero si ponemos el hardware de vuelo en un entorno de vuelo con la mayor frecuencia posible, podemos aprender y ejecutar rápidamente cambios de diseño mientras buscamos poner en línea Starship como un vehículo completamente reutilizable y de rápida recuperación», indican desde SpaceX. Porque la idea es que este cohete sea usado varias veces para transportar astronautas primero a la Luna con el Programa Artemis de la NASA y después en futuras misiones a Marte, si bien Musk ya ha declarado que su intención es ‘saltarse’ la parte de nuestro satélite para dirigirse directamente al planeta rojo. Sin embargo, primero tendrá que demostrar que Starship está realmente listo y, para eso, aún queda un largo camino por delante. A corto plazo: lanzamientos de prueba programados casi cada mes o incluso con una cadencia mayor. Como aseveran desde la compañía: «El espectáculo está asegurado».