Publicado: febrero 21, 2025, 12:28 pm
Pablo Hernández de Cos, exgobernador del Banco de España y próximo director del Banco Internacional de Pagos, ha recibido la distinción de doctor honoris causa por la Universidad Nebrija en una ceremonia celebrada en el campus de la Politécnica y Ciencias Sociales en Madrid-Princesa. La Facultad de Economía y Empresa reconoció su dilatada trayectoria profesional y su «valiosa» contribución al sector económico y financiero. En su discurso de agradecimiento, Hernández de Cos analizó con precisión el panorama mundial, donde Europa «se está quedando atrás en términos de dinamismo económico con respecto al resto de grandes economías del mundo» y donde España «lleva ya más de una década sin conseguir mantener una senda de convergencia sostenida en renta per cápita con el resto de nuestros socios europeos». El entorno de fragmentación e incertidumbre geopolítica, el envejecimiento poblacional, el desarrollo tecnológico acelerado y la lucha contra el cambio climático, entre otros factores, introducen, según el economista madrileño, nuevos retos «a los que Europa y España deben responder con ambición». Ante la comunidad académica de Nebrija, demostró con datos que Europa ha ido perdiendo peso en la economía mundial, dado su menor crecimiento relativo frente a otras potencias. Entre 2002 y 2023, la UE creció un 1,5 % en promedio anual frente al 2,2 % de Estados Unidos y el 8,3 % de China. Y, en términos per cápita, la renta disponible de las familias europeas ha crecido casi la mitad que en Estados Unidos desde el año 2000. «Detrás de este menor crecimiento se encuentra, sobre todo, el bajo crecimiento de la productividad , que ha provocado una caída de la competitividad europea. Y la causa fundamental de la reducida productividad europea se encuentra en el déficit de inversión, a pesar de que la tasa de ahorro de las familias europeas es elevada, en comparación con Estados Unidos, y a mantener un superávit por cuenta corriente», explicó. Relacionado con todo ello, además de alcanzar «grandes» acuerdos políticos , las estrategias «más adecuadas» para afrontar esos desafíos se resumen en «un impulso adicional y definitivo al proyecto de integración europeo, combinado con reformas estructurales profundas a escala nacional, y el mantenimiento de un entorno de estabilidad macroeconómica: de estabilidad de precios y estabilidad presupuestaria». Sin dejar de lado temas como la independencia, la transparencia y la rendición de cuentas del Banco de España y de las instituciones «para aumentar la confianza de los ciudadanos en ellas», ahondó en la necesidad de trabajar por una Europa «más próspera y unida». Confesó que a esa tarea ha dedicado su labor en el Banco de España, en el BCE y como miembro de distintos grupos de trabajo y comités del entramado de la UE.