Publicado: febrero 14, 2025, 8:55 am
Los astronautas deben estar en una forma envidiable para soportar las duras condiciones en el espacio: en la Estación Espacial Internacional (ISS, por sus siglas en inglés), la falta de gravedad atrofia los músculos y los huesos, los órganos se resienten, a nivel celular está demostrado que el cuerpo cambia… Por ello, hasta hace poco, no se había planteado la posibilidad de que alguien con algún tipo de discapacidad pudiera aspirar a este trabajo. Sin embargo, la Agencia Espacial Europea (ESA), plantó en su última selección la espita para poder revertir esta situación: ¿y si era posible? Entre los candidatos de la reserva, se eligió a John McFall, un cirujano británico de 43 años y exatleta paralímpico que había perdido una pierna en un accidente de moto a los 19 años. su forma física estaba más que demostrada; pero, ¿podría alguien con una prótesis trabajar y vivir como el resto de astronautas en la ISS durante seis meses? Bajo esta premisa, la ESA se puso a trabajar desde que en 2022 seleccionara a McFall junto con los españoles Pablo Álvarez (astronauta de carrera en la ESA quien está esperando que se le asigne misión próximamente) y Sara García (astronauta en la reserva pero que acaba de completar el entrenamiento en Colonia). Tras arduos análisis, informes y prácticas, la agencia aprobó hace unos meses la viabilidad de que una persona de las características de McFall pueda subir a la ISS y acaba de recibir la autorización médica para una misión de larga duración (6 meses), por lo que el británico será asignado próximamente a uno de los viajes al laboratorio orbital. «Esto es mucho más grande que yo: es un cambio cultural», ha dicho Mcfall en una rueda de prensa online en la que ha afirmado sentirse «enormemente orgulloso» por haber superado algo tan traumático como su accidente, tras el que tuvo que aprender de nuevo a caminar. Aunque todavía no hay fecha para el lanzamiento, McFall ya es considerado el primer parastronauta de la historia. «Ahora es un astronauta como todos los demás que quieren volar a la estación espacial, esperando una misión», explicó en la rueda de prensa el director de exploración humana y robótica de la ESA, Daniel Neuenschwander. El anuncio de la ESA llega en un momento en que las iniciativas de diversidad, equidad e inclusión (DEI) han sido atacadas por la nueva administración estadounidense de Donald Trump, y laboratorios como el Vera Rubin han tenido que hacer cambios en sus páginas webs para no enfatizar en estos valores.«Ahora estamos entrando en un mundo que está cambiando un poco desde una perspectiva DEI por parte de uno de nuestros socios de la ISS», ha afirmado Neuenschwander. «Continuaremos con nuestros valores europeos», enfatizó, añadiendo que todos los socios de la ISS, que incluyen a Estados Unidos, habían dado a McFall la autorización médica. La siguiente fase del estudio de viabilidad analizará parte del hardware necesario, incluidas las prótesis, para que McFall pueda superar mejor cualquier desafío adicional en el espacio.