El último estallido de violencia en la República Democrática del Congo ha resucitado los espíritus del genocidio en la vecina Ruanda hace tres décadas y ha vuelto a revelar que la vida vale muy poco en África. Todo ello pese a sus riquísimos recursos naturales, aunque sería más apropiado decir debido a ellos. A la lucha por valiosos minerales como el coltán y el cobalto , claves para los móviles, ordenadores y baterías de coches eléctricos, se suman los odios ancestrales entre tribus y los intereses de potencias extranjeras. La semana pasada, esta bomba de relojería explotó otra vez en la ciudad congoleña de Goma , fronteriza con Ruanda, cuando fue tomada por la guerrilla M-23, apoyada por ese último… Ver Más