La primera comida del día es el desayuno, y de ella depende en gran parte el rendimiento del día. Por eso es importante lo que incluyamos en este momento de la mañana.
Lo normal es que acompañemos a lo que comamos con una bebida, normalmente caliente, pero existe un abanico muy amplio y unas pueden ser más beneficiosas que otras.
El diario The Sun ha hablado con varios expertos en salud de distintos sectores para que indiquen cuál es la bebida ideal para iniciar el día de la manera más saludable.
Rhiannon Lambert, nutricionista establecida en Londres, lo tiene claro: «El té verde es mi primera bebida a la mañana porque está repleto de antioxidantes como las catequinas. Esto ayuda a reducir la inflamación y me hace sentir como si estuviera empezando el día con el pie derecho».
La experta revela que el té verde «es hidratante, lo cual es importante por la mañana después de una larga pausa sin líquidos». «También me encanta que sea rico en polifenoles, compuestos vegetales conocidos por ayudar a proteger el cuerpo contra las enfermedades», dice.
«Otra razón por la que elijo el té verde es su efecto potencialmente calmante y energizante. Contiene L-teanina, un aminoácido que puede promover la relajación al estimular las sustancias químicas cerebrales que mejoran el estado de ánimo, como el GABA, la serotonina y la dopamina», prosigue.
«Y si bien tiene cafeína, la cantidad es mucho menor que la del café, lo que resulta adecuado para quienes son sensibles a la cafeína, especialmente a primera hora de la mañana», concluye.
Cecilia Harris, entrenadora personal, tiene su propia opción: «Esto puede sorprender a mucha gente, pero mi primera bebida del día siempre es agua». «Es muy importante hidratarse después de dormir, y si eres como yo y la mayoría de mis clientes, haces ejercicio por la mañana», dice.
«Es fantástico comenzar el día con un entrenamiento en ayunas, ya que el cuerpo utiliza las reservas de grasa para obtener energía, lo cual es increíblemente efectivo», añade la entrenadora.
«Si entrenas sin hidratarte primero, puede ser difícil recuperar esa hidratación durante el resto del día, incluso si bebes durante el entrenamiento, porque estás sudando y perdiendo electrolitos vitales«, dice Harris.
«Sin embargo, también tomo un café unos 20 minutos después. Yo siempre bebo negro, pero nunca lo bebo negro con el estómago vacío«, concluye.
Por su parte, Sarah Bockhart, dietista y experta en conductas alimentarias, afirma: «Tomo una infusión dulce a primera hora de la mañana. Generalmente algo como fresa y vainilla. Es una excelente manera de hidratarse después de dormir, lo cual es muy importante para el cuerpo y el metabolismo».
«A diferencia de una taza de té normal, el té de hierbas no tiene calorías, lo cual es genial porque le da a tu intestino un mayor descanso», dice.
«Si estás acostumbrado a tomar una bebida azucarada, este es un gran cambio si también estás tratando de perder peso, ya que aún obtienes la comodidad de la bebida de la mañana sin las calorías ni el aumento repentino del azúcar en sangre», concluye.
Lisa Macfarlane es una divulgadora y experta en salud intestinal que afirma: «Empiezo el día con un café, pero no hasta alrededor de las 11:00″.
«Cuando rompo mi ayuno tomo un café porque tiene un alto contenido de polifenoles que a nuestros microorganismos intestinales les encantan. Cuanto más felices estén nuestros microbios intestinales, más sanos estarán nuestros cuerpos y mejor será nuestra digestión, por eso es muy importante alimentarlos con las cosas que te gustan», dice.
«El café incluso tiene un poco de fibra, lo que también es fantástico para el intestino. La mayoría de la población no llega ni de lejos a los 30 gramos diarios recomendados. Intento limitarme a una taza al día y siempre la combino con agua para mantenerme hidratado», añade.
«Yo personalmente uso cápsulas Nespresso, sin azúcar y bebo con leche entera de vaca, ya que es la leche menos procesada y la que contiene más nutrientes», concluye Macfarlane.
Sarah Garsed, es médico de cabecera: «Sinceramente, empiezo el día con una infusión. El té es reconfortante, tiene una pequeña cantidad de cafeína pero no tanta como el café y lo tomo con leche de vaca, pero no le agrego azúcar».
«Comenzar el día con un pico de azúcar en sangre nunca es algo bueno, ya sea que provenga de tu té, tus cereales recubierto de azúcar o lo que elijas para acompañar tu tostada. Aconsejo a los pacientes que limiten el consumo de azúcar y yo hago lo mismo», dice.
«Pero sin el azúcar, para mí es la mejor manera de comenzar mi mañana ocupada y beber leche entera, en lugar de semidescremada o desnatada, me aporta grasas, proteínas y limita mi consumo de azúcares procesados y productos químicos», concluye.