Publicado: febrero 1, 2025, 12:15 am
No les ha hecho falta siquiera utilizar palabra alguna. Porque, como reza el famoso dicho, una imagen vale más. Y así, con una sencilla fotografía en blanco y negro que han compartido ambos en sus respectivas cuentas, los seguidores sabían cuál era la buena nueva que estaban observando: que Álvaro Morata y Alice Campello han resuelto sus diferencias y que había tenido lugar la tan esperada reconciliación. Solo eso se puede entender de la instantánea en la que el jugador del AC Milan y capitán de la selección española de fútbol masculino aparece besándole la mejilla a la sonriente influencer italiana.
Han sido cinco meses los que han estado separados, si bien es cierto que nunca cerraron la puerta ninguno de los dos a volver a estar juntos, como si hubiesen sabido desde un principio que acaso era inevitable porque están hechos el uno para el otro. Aun así, ha sido medio año difícil hasta llegar a ese momento en el que ambos se han dado cuenta de que debían y querían darle una segunda oportunidad a su matrimonio, ese que le ha dado tantas alegrías y sus cuatro hijos.
De hecho, ha sido por el bienestar de Alessandro y Leonardo, los mellizos nacidos el 29 de julio de 2018, de Edoardo, que vino al mundo a finales de septiembre de 2020, y de la pequeña Bella, que ha cumplido este enero sus primeros dos años de vida, por lo que el futbolista y la modelo han mantenido un contacto perpetuo que ha favorecido enormemente que volviese a surgir la chispa adecuada para que renaciera su amor. A continuación, repasamos cómo han sido estos meses hasta que el matrimonio mediterráneo ha vuelto a unir sus caminos.
Porque todo empezó el pasado 12 de agosto, apenas unas semanas después de que La Roja se proclamara campeona de la Eurocopa y fuese el propio Morata quien levantase el trofeo al cielo de Berlín. A pesar de que Campello fue a celebrarlo efusivamente con su marido sobre el césped del Estadio Olímpico de la capital alemana, casi un mes después anunciaban su decisión conjunta: ponían fin a su relación, después de ocho años como pareja y siete de ellos como marido y mujer.
Por si acaso comenzaban las habladurías, los rumores o las noticias falsas, quisieron dejar claro desde un primer momento que la separación se producía de mutuo acuerdo y que no había terceras personas ni infidelidades implicadas en su decisión, sino que desavenencias y desencuentros habían terminado por erosionar tanto su amor que necesitaban un tiempo para reflexionar sobre qué necesitaban el uno del otro.
«Nos queremos infinito, pero esto es lo que necesitamos ahora», le explicó la influencer a Isabel Rábago. Poco después, era el futbolista quien, hablando con el periodista Javier del Hoyos, admitía que la principal razón de su ruptura era que cada día estaba discutiendo más y más con Alice y que no querían hacerlo delante de sus hijos. Se llegó a hablar, incluso, de que él se borraría el tatuaje que tiene de su esposa, lo que podría tardar alrededor de dos años. Pero no ha dado tiempo.
Porque inmediatamente comenzaron los acercamientos. A pesar de que una empleada de la familia dio a conocer que sufrían «una crisis» desde hacía «un año y medio», Campello afirmaba en una entrevista en Vanitatis: «Por él mataría aún a día de hoy». Y esa rotundidad se debía, entre otras cosas, a que, como era de esperar, comenzaban a surgir informaciones. Por un lado, como dio a conocer Alexia Rivas, que tuvieron una importante bronca durante la Eurocopa. Por el otro, que cada cual había ya rehecho su vida: Campello con un piloto de motociclismo y Álvaro disfrutando de su nueva vida en Milán.
Poco después, comenzaban los rumores de reconciliación después de que ambos fuesen vistos juntos en Madrid, donde ella había fijado su residencia, y de que el delantero le diese un like a una de las publicaciones de la también empresaria. Algo que se maximizó cuando Alice se mudó a Milán, si bien a Morata no le hizo demasiada gracia que se filtrase a la prensa, por parte del alcalde, la que ya era su nueva residencia —en el municipio de Corbetta, a unos 30 kilómetros de la ciudad lombarda—, al mismo tiempo que afirmaba que estaba harto de España y que llegó a sentir la necesidad de irse del país, entre otras cosas, por el acoso mediático.
Algo que en su caso, que sufre una enfermedad crónica que afecta a la salud mental —llamado el ‘dolor del suicidio’ y que aumenta la ansiedad y la depresión—, repercutía en su vida privada y en su rendimiento. Pero Alice le felicitó en su cumpleaños, el 23 de octubre, y volvieron los rumores de reconciliación. Después de una entrevista en la que admitió que no se sentía preparada para ser madre, Campello sorprendió a sus seguidores explicando que pasaría la temporada navideña con Morata y con sus hijos y, sobre todo, que estaba abierta a volver con él.
Y precisamente después de dar a conocer, en diciembre, que pronto saldrá un documental sobre su vida que ayudará a los jóvenes con problemas de salud mental, Morata volvía a mandar una señal dándole las gracias a su esposa por haber dado a luz a Bella a primeros de enero, justo cuando ella acababa de finalizar sus vacaciones. Apenas un mes después, ha llegado la ansiada reconciliación y, por lo que se puede entrever, la historia de Álvaro y Alice sigue teniendo un largo camino por recorrer.
