La visita del secretario general de la OTAN, Mark Rutte, a Madrid, el pasado lunes, ha servido para recalcar el magro gasto español de defensa. Cuando el debate interaliado se está moviendo en un objetivo entre el 3% y el 5% del PIB, España, con su cicatero 1,28%, es el último de la lista. Como tal índice constata el grado de esfuerzo de cada aliado dedicado a la defensa, puede afirmarse, contrariamente a lo que dicen Sánchez y su marioneta Margarita, que somos el país de menor seriedad, fiabilidad y compromiso con la defensa común. Por contraste, resulta llamativa la celeridad con la que Rutte ha hecho su ‘camino paulino a Damasco’. En un paradigmático ejemplo de pedagogía de los… Ver Más