Se puede pasar página, pero quizá hablar de una superación total sea más complicado. Básicamente, porque pensar en algo ocurrido en el pasado le remite, aunque se forma tangencial e inconsciente, a un momento junto a una persona fundamental en su vida. Y eso le acarrea una pesadumbre que, no se le caen los anillos al decirlo, todavía le duele. Bill Gates, una de las personas más ricas del planeta, no ha tenido reparos a la hora de asegurar, en la última entrevista que ha concedido a la edición británica del diario The Times, que su divorcio de Melinda French Gates ha sido el mayor error de su vida.
«Ahora estoy más alegre, pero es el error del que más me voy a arrepentir jamás. Debe estar siempre en el primer lugar de la lista», ha explicado el fundador de Microsoft, señalando que, si bien hay otros [errores] en su vida, está seguro de que «no hay ninguno que importe más» que ese. Fue en 2021 cuando, 27 años después de su boda, que tuvo lugar en 1994 en Hawái, el magnate, que ahora tiene 69 años, y Melinda, de 60, tomaban caminos separados.
Más allá de que entre el empresario tecnológico y desarrollador informático y su esposa, ahora también empresaria y filántropa, se estuviesen jugando una fortuna estimada de 105.000 millones de dólares, hay para él una herida mucho más difícil de sanar: que los últimos tiempos no hubiesen sido mejores con alguien con quien, de hecho, se convirtió en la persona que es hoy.
«Experimentar toda tu vida adulta junto a una persona tiene un valor incalculable, por los recuerdos comunes y la profundidad de las vivencias que compartes, así como por haber tenido hijos juntos», ha declarado Bill Gates, que, junto a Melinda, a quien conoció en 1987, cuando entró a trabajar en Microsoft como gerente de productos, ha sido padre en tres ocasiones: Jennifer Katharine, Rory John y Phoebe Adele, nacidos en 1996, 1999 y 2002, respectivamente. Además, tiene dos nietas, hijas de Jennifer, y a quienes sus padres bautizaron con los nombres de Leila y Mia.
De hecho, él no era en absoluto la figura totémica de la informática que es hoy y su éxito, tanto personal como empresarial, lo obtuvo con ella a su lado, apoyándolo, añadiendo que fue su relación y posterior matrimonio lo que le hizo tener «los pies en la tierra» mientras daba forma a la empresa por la que hoy en día es la decimotercera persona más rica del mundo, según la lista de Forbes. Pero algo sucedió durante la pandemia del coronavirus que les alejó definitivamente, un divorcio que ha calificado como «una desgracia miserable» para ambos que les ha devastado durante «al menos dos años».
Y eso que él soñaba con aguantar para siempre, como hicieron sus padres, que estuvieron juntos 45 años. «Yo solía animar a Melinda a ser y a estar más relajada de lo que mi madre estuvo, pero los dos hemos sido bastante decididos y ambiciosos cuando nos hemos puesto un objetivo. Pero sea como fuere, yo he pasado más tiempo en casa con los niños que mi padre, podríamos decir que en una proporción de diez a uno, pero era Melinda quien se ocupaba de ellos la mayor parte de los días. Lo hemos pasado muy bien», ha suspirado.
Pasar «toda una vida junto a una única persona» es algo que a Bill Gates, eso sí, le causaba «cierto asombro», pero sobre todo porque al fin y al cabo Melinda le había acompañado «en todas las etapas» de su vida. Tal era u conexión que compartían ideas como las de ayudar a los demás, de ahí que haya considerado «muy duro» su divorcio y haya admitido que no se tomó especialmente bien que su exmujer decidiese no continuar junto a él la organización sin ánimo de lucro que crearon juntos en el 2000, la Bill & Melinda Gates Foundation, con la que siempre han intentado luchar para erradicar la pobreza e investigar y combatir las enfermedades en todo el mundo.
Melinda renunció en mayo de 2024. «Yo estaba muy enfadado por su decisión de marcharse», ha explicitado el magnate, que aun así ha preferido, como lleva haciendo desde 2021, no desvelar los motivos detrás de su divorcio. Aun así, se ha sincerado acerca de su relación actual: «Melinda y yo todavía nos vemos. Tenemos tres hijos y dos nietas, por lo que hay eventos familiares. Y los niños están bien. Tienen buenos valores».
Ahora, cada uno va por su lado. Bill Gates está saliendo con Paula Hurd, viuda del exejecutivo de Oracle Mark Hurd, mientras que Melinda, por su parte y como dio a conocer precisamente al diario Times, vive en un barrio «a escala humana», donde conoce a sus vecinos y puede pasear y visitar con tranquilidad las pequeñas tiendas del barrio. No solo eso, sino que en abril publicará un libro, The Next Day, en el que ya hay muchas miradas puestas.