Parece difÃcil imaginar que hace algo menos de dos meses, en este lugar se inició una revolución que acabarÃa con más de 50 años de dictadura. Es jueves, nueve de la mañana. Las calles están llenas de gente y el tráfico es un caos. La máquina de café de la pastelerÃa Shuaibyar Habousha no para. Tampoco el pastelero que corta y reparte una y otra vez el famoso dulce que da nombre al establecimiento: Shuaiby (un hojaldre dulce con nata). PodrÃa ser una ciudad cualquiera de un paÃs árabe cualquiera: dulces y café negro. Sin embargo, no lo es. Nada más entrar en la ciudad, un grupo de treinta hombres, vestidos con pantalón y chaqueta de camuflaje, pañuelo negro en… Ver Más