El Premio Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento en Tecnologías de la Información y la Comunicación ha sido concedido en su XVII edición a los científicos Anil K. Jain y Michael I. Jordan por sus «contribuciones fundamentales» al aprendizaje automático, que han logrado «aplicaciones de alto impacto para el conjunto de la sociedad», según resalta el acta del jurado. El trabajo de los galardonados ha sido clave para lograr que los ordenadores sean capaces de reconocer patrones y realizar predicciones y que, de este modo, hayan podido avanzar tanto la inteligencia artificial (IA) como la biometría. La investigación de Jain se ha centrado en el reconocimiento de patrones, logrando resultados clave para que las personas puedan ser reconocidas a través de la lectura de sus huellas dactilares o su rostro. Tecnología que a día de hoy incorporan la inmensa mayoría de ‘smartphones’ que salen al mercado, como herramienta de seguridad, y que se ha vuelto, en muchos casos, imprescindible para investigación de crímenes. De origen indio y actual profesor e investigador en Universidad de Michigan State (EE. UU.), Jain ayudó en la década de los noventa a desarrollar una máquina capaz de detectar la coincidencia entre dos huellas dactilares 100 veces más rápido de lo que era posible hasta entonces. Además, a inicios de siglo, el científico fue pionero en demostrar hasta qué punto es posible que las huellas dactilares de dos personas sean iguales. Aunque se creía que era del todo imposible, el galardonado demostró que la pequeña distorsión que se introduce en la huella al presionar la yema del dedo sobre una superficie hace que exista una pequeña probabilidad de que las huellas de diferentes personas se identifiquen erróneamente como la misma. Por otro lado, el premiado demostró también la estabilidad de las huellas dactilares a lo largo del tiempo, confirmando por primera vez la creencia popular con datos sólidos. «Este es un premio merecidísimo, porque claramente Anil Jain es el padre del reconocimiento dactilar, uno de los padres del reconocimiento por el iris y, dentro del reconocimiento facial, él ha planteado y aportado soluciones a problemas de frontera motivados por cambios de iluminación, de aspecto o por envejecimiento», afirma el profesor Javier Ortega García, catedrático de Teoría de la Señal y Comunicaciones y director de la Escuela de Transformación Digital en la Universidad Autónoma de Madrid, quien ha colaborado con el galardonado a lo largo de varias estancias de investigación realizadas en su laboratorio. En paralelo, y de manera independiente, el trabajo de Jordan en el campo del aprendizaje automático «proporcionó algoritmos unificados para la inferencia estadística y probabilística, permitiendo así a los ordenadores hacer predicciones precisas a partir de datos observados», resalta el jurado. Sus aportaciones han sentado los cimientos matemáticos de modelos de inteligencia artificial generativa, como los que utiliza ChatGPT, y el desarrollo de sistemas de recomendación, como el aplicado por Amazon, para la toma de decisiones económicas tanto de consumidores como de empresas. Por su parte, el estadounidense Michael I. Jordan, que actualmente trabaja en la Universidad de California Berkeley, ha desarrollado técnicas matemáticas y computacionales que están detrás de multitud de aplicaciones de la inteligencia artificial. Durante los años 1990 fue uno de los pioneros en el desarrollo de los llamados métodos de inferencia variacional, en los que se aproxima la solución a un problema matemático que no es factible resolver con los recursos computacionales disponibles, reduciéndolo a un problema de optimización. Esta técnica es un componente central del aprendizaje automático, y en especial de las aplicaciones de aprendizaje profundo como la inteligencia artificial generativa de ChatGPT. En la década de los 2000, Jordan se planteó cómo multiplicar las posibilidades del aprendizaje automático, ejecutando los programas en cientos o miles de ordenadores en lugar de en uno solo. Los algoritmos que desarrolló para hacer posible la distribución de este tipo de computaciones condujeron a la creación de la empresa Anyscale, cuya plataforma Ray sirve de base a ChatGPT, a numerosas empresas de comercio electrónico y a muchas más aplicaciones del aprendizaje profundo. Más recientemente, el galardonado se ha centrado en estudiar las aplicaciones del aprendizaje automático a la economía. Los Premios Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento, dotados con 400.000 euros en cada una de sus ocho categorías , reconocen e incentivan contribuciones de singular impacto en la ciencia, la tecnología, las humanidades y la música, en especial aquellas que amplían significativamente el ámbito de lo conocido en una disciplina, hacen emerger nuevos campos o tienden puentes entre diversas áreas disciplinares.