Los enfrentamientos entre el Ejército Nacional de Liberación (ELN) y el Frente 33 de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en la conflictiva región del Catatumbo, en el norte del país, han dejado ya al menos 80 muertos confirmados , según el último balance publicado por la gobernación de Norte de Santander. A ello hay que sumar más de 20 heridos y al menos 5.000 desplazados. La guerrilla del Ejército de Liberación Nacional aseguró este domingo que los cinco firmantes de paz asesinados en los últimos días en la convulsa región eran en realidad miembros activos de las disidencias de las FARC con las mantienen un enfrentamiento.«El objetivo de nuestras acciones son el grupo armado del frente 33 de las ex-Farc, sus milicias armadas y su estructura económica, por tanto los llamados ‘firmantes de paz’ que han sido dados de baja en las operaciones realizadas no eran civiles sino activos jefes de milicias y responsables de finanzas del 33», aseguró el Frente de Guerra Nororiental del ELN en un comunicado. La gobernación de Norte de Santander ha denunciado la «alarmante» situación de orden público en el Catatumbo después de tres días de enfrentamientos. La mayoría de las personas desplazadas están llegando a los municipios de Tibú, Ocaña y Cúcuta, en condiciones precarias, informa Caracol Radio. En respuesta a esta crisis, desde la Gobernación se ha activado un plan de emergencia en coordinación con alcaldías, empresarios, organizaciones internacionales y el Gobierno. Mientras, el ministro de Defensa, Iván Velásquez, se ha desplazado hasta Cúcuta para participar en un consejo de seguridad y analizar las medidas a tomar por el recrudecimiento del conflicto. También asiste la defensora del Pueblo, Iris Marín. Por el momento se han suspendido las clases en toda la región del Catatumbo para garantizar la seguridad de los menores y se han habilitado albergues temporales en colegios para acoger a los desplazados en coordinación con fundaciones como Pies Descalzos. Además, el Instituto Departamental de Salud ha declarado la alerta naranja para atender a heridos y desplazados y se han enviado diez camiones cargados con alimentos, colchonetas, agua potable, material médico y otros elementos esenciales hacia Tibú y Ocaña. La Secretaría de Gestión del Riesgo lidera la distribución de estas ayudas y la organización de los albergues. Parte de los desplazados han cruzado la frontera hacia territorio de Venezuela , donde el Ministerio del Interior ha contabilizado ya 812 personas: 352 mujeres, 258, hombres y 202 niños, según recogen medios oficiales venezolanos. Las diferentes instituciones gubernamentales venezolanas están prestando atención sanitaria, en alimentación y refugio «según lo establecido en la doctrina de la Diplomacia Bolivariana de Paz». El ministro de Relaciones Exteriores venezolano, Yván Gil, ha anunciado la instalación de un dispositivo de emergencia en el municipio Jesús María Semprún (Casigua-El Cubo), en la frontera entre el estado Zulia y el Catatumbo (Norte de Santander). «Hemos recibido la instrucción directa del presidente Nicolás Maduro, a desplegar todos los medios necesarios disponibles para la atención humanitaria de esta crisis que se generó en Colombia. Venezuela siempre está presta a ayudar», ha explicado. El despliegue se realiza en coordinación con el Gobierno colombiano. «Hemos contactado a su cancillería para ofrecerle todo el apoyo para que la población civil, que se vea en la necesidad de moverse, de salir de su casa, de su territorio; pueda encontrar en Venezuela ese refugio, esa atención a sus familiares», ha realtado Gil. «Venezuela se compromete a poner a disposición de Colombia todos sus recursos para mitigar esta crisis», ha destacado.