Sentirse bien depende de muchos factores, en algunos casos la salud es una prioridad, si no nos sentimos bien física o mentalmente todo parece más complicado, en otros es el aspecto físico lo que hace que no terminemos de sentirnos a gusto. Vivimos en una sociedad en la que los cánones de belleza están muy marcados, todo lo que no se ajuste a la normatividad es señalado y eso hace que muchas personas no se sientan cómodas con su aspecto físico. Esto afecta especialmente en el caso de la calvicie, a pesar de que casi la mitad de la población en España tenga problemas de caída de cabello, tal y como recoge un estudio de Medihair, plataforma en línea líder en tratamientos contra ello.
Por mucho que una gran parte de la población tenga que enfrentarse a este rasgo de su aspecto físico y que para mucha gente no suponga un problema mayor que pensar en tener que abrigarse un poco más en invierno y protegerse contra el sol en verano, para otros sí que puede llegar a ser un problema que afecta a su autoestima, por eso cada vez es más habitual que se planteen la posibilidad de un trasplante capilar. Esto hace que cada vez haya más avances en este terreno, que hace que quienes se someten a este tipo de operaciones salgan más satisfechos.
Trasplante capilar: la técnica con la que el paciente sale con el pelo largo de la operación
A lo largo de los últimos años, las técnicas de los trasplantes capilares han ido siendo cada vez mejores, haciendo que los pacientes pudieran recuperar el aspecto físico previo a la caída del cabello, por lo menos en lo que respecta a ese aspecto de su físico. Una medida que en la mayor parte de las veces se toma para recuperar la seguridad y la autoestima, logrando el aspecto físico que siempre se ha querido tener. Sin embargo, las técnicas habituales tienen ciertos inconvenientes, como el hecho de tener que rasurar la zona del injerto y la extracción, haciendo que sea complicado para el paciente visualizarse con el tiempo.
Esto es precisamente lo que cambia la técnica conocida como FUE (extracción de unidades foliculares), de la que habla el doctor Francisco Javier Jiménez Acosta, especialista en Dermatología y jefe de la Unidad de Trasplante Capilar de la Clínica Dermatológica Internacional (CNI) y jefe del Hospital Ruber Internacional. Este sistema permite al paciente salir de la operación con el “cabello largo”, lo que además hace que la intervención sea menos evidente.
“Con la FUE de pelo largo, no solo evitamos una etapa incómoda para el paciente, sino que también logramos resultados de alta calidad que pueden observarse casi al instante”, explica el doctor Jiménez Acosta en un comunicado del Ruber Internacional, señalando que con ella no es necesario rasurar el pelo, por lo que los resultados son evidentes desde el primer momento. Además de para cuestiones estéticas, también puede emplearse para otros casos, «El folículo piloso no es solo un elemento estético; desempeña un papel clave en la regeneración de la piel». Esta técnica podía usarse para tratar úlceras cutáneas crónicas o heridas de difícil cicatrización gracias al uso de nuevos instrumentos quirúrgicos, como los “punches”, que permiten extraer el folículo sin cortar el cabello.
Las ventajas parecen evidentes, sin embargo, esta técnica también tienen ciertos inconvenientes que hace que no sea la más habitual, «Lleva el doble de tiempo que una cirugía convencional. Cuando extraemos los folículos con el cabello rapado, el campo es más limpio y el proceso es rápido. Pero al extraerlos con el pelo largo, debemos de separarlos uno por uno, lo que requiere más tiempo y precisión», recalca el profesional, señalando que las operaciones podrían durar ocho horas. Además, son pocos los profesionales que dominan esta técnica.
No todo el mundo puede hacerse un injerto capilar
A pesar de que cada vez hay más novedades en este campo, no en todos los casos es posible hacerlo, por lo que una consulta previa con profesionales que hagan un estudio personalizado de cada caso es imprescindible. En general hay que cumplir con ciertos requisitos, como que la caída de cabello esté estabilizada, pero el tipo de alopecia también influye.
La operación es factible en alopecia androgenética o androgénica, que es la más común, alopecia cicatricial secundaria, que es la causada por cirugías, traumatismos, quemaduras, accidentes, tratamientos contra el cáncer… o la alopecia temporal triangular, de origen genético. Los injertos no son recomendables en la alopecia areata, que es una enfermedad autoinmunitaria. En cualquier caso, un estudio personalizado es necesario siempre antes de someterse a la intervención.
Referencias
Alopecia areata: MedlinePlus enciclopedia médica. (s. f.). https://medlineplus.gov/spanish/ency/article/001450.htm