La Administración Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA, por sus siglas en inglés) anunció el viernes que deja en tierra el megacohete Starship de SpaceX a la espera de una investigación de la compañía de Elon Musk sobre por qué el módulo superior del cohete, una versión mejorada, se desintegró el jueves sobre el Caribe durante su último vuelo de prueba. El artefacto no tripulado, el más ambicioso jamás construido, explotó unos ocho minutos después del despegue desde Boca Chica (Texas, EE.UU.) el jueves a sobre las 23.37 hora peninsular española. Se encontraba a unos a 143 kilómetros de altura y volaba a más de 19.000 kilómetros por hora. La lluvia de escombros de la nave provocó el desvío de decenas de aviones en la zona. «No hay informes de lesiones públicas, y la FAA está trabajando con SpaceX y las autoridades correspondientes para confirmar los informes de daños a la propiedad pública en las Islas Turcas y Caicos (un archipiélago controlado por los británicos)», ha dicho la FAA. Durante el evento, la organización activó brevemente un protocolo de ‘Área de respuesta a escombros’ para reducir la velocidad de las aeronaves fuera del área donde caían los trozos del cohete, o detener las aeronaves en su lugar de salida. «Varias aeronaves solicitaron desviarse debido a los bajos niveles de combustible mientras se mantenían fuera de las áreas impactadas», ha explicado. Según el procedimiento, SpaceX deberá llevar a cabo una «investigación de accidente», incluida la identificación de cualquier acción correctiva, que la FAA revisará antes de determinar que el vehículo de lanzamiento puede volver a volar. En definitiva, SpaceX puede presentar una solicitud para volver a volar si completa una presentación que demuestre que ha tomado medidas preventivas y que el accidente no puso en peligro la seguridad pública. El gobierno de las Islas Turcas y Caicos confirmó el desvío de todos los vuelos durante el incidente, que iluminó las redes sociales con deslumbrantes fotos y videos de la lluvia de escombros similar a un meteorito. Los funcionarios también se reunieron con expertos de la Agencia Espacial del Reino Unido y reiteraron las advertencias a los residentes para que eviten los escombros caídos. «Si es posible, tome una fotografía del objeto (sin tocarlo) junto a otro objeto para tener una idea de la escala», decía un aviso público, enfatizando que «los desechos espaciales siguen siendo propiedad del dueño de la nave espacial». El lanzamiento sin tripulación del jueves fue la séptima prueba orbital de Starship, y la primera que involucra una versión más alta y mejorada del cohete. SpaceX, que domina el mercado de lanzamientos comerciales a través de su cohete Falcon 9, subrayó su destreza técnica al atrapar el propulsor de primera etapa de Starship en los brazos tipo ‘palillo’ de su torre de lanzamiento por segunda vez. Pero el triunfo duró poco, ya que los equipos perdieron contacto con la etapa superior del vehículo. SpaceX confirmó más tarde que se había sometido a un «desmontaje rápido no programado», el eufemismo que usa la empresa para referirse a una explosión. La explosión es el primer gran contratiempo para el Starship, el cohete más grande y poderoso jamás construido, clave para las ambiciones de Musk de colonizar Marte. Mientras tanto, la NASA espera usar una versión modificada del cohete como un módulo de aterrizaje lunar para sus misiones tripuladas Artemis para regresar a la Luna.