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Aunque lentamente, el empleo en la manufactura mexicana sigue debilitándose y ya se enfrenta a su peor racha de caídas, superando incluso los ciclos bajistas ocasionados por la pandemia de Covid-19 y la recesión del 2008-2009, en plena crisis hipotecaria estadounidense.
En noviembre se contrajo 0.3% mensual y en su comparación interanual fue 1.9% menor, con lo que hiló 21 meses de retrocesos anuales, revelan datos de la Encuesta Mensual de la Industria Manufacturera (EMIM), divulgados este jueves por el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi).
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El empleo manufacturero en México enfrentó una fase contractiva de noviembre del 2019 a noviembre del 2020, sumando 13 meses de caídas anuales. Antes, vivió un ciclo bajista que duró 19 meses, de julio del 2008 a enero del 2010.
Si bien el actual ciclo de caídas ha sido más prolongado, las contracciones han sido más suaves. En la crisis del 2008-2009, se observó una contracción acumulada de 8.1% del empleo en los 19 meses de caídas del indicador, mientras que, en la actual fase contractiva, el descenso es de 2.7 por ciento.
A diferencia de los dos ciclos bajistas más recientes, el actual también se presenta en un período en el que no hay una contracción del Producto Interno Bruto (PIB).
Cabe recordar que la manufactura o industria de la transformación es el subsector laboral con la mayor aportación al empleo formal en México, superando a ámbitos como el comercio, servicios para empresas y servicios sociales y comunales.
Al cierre del 2024 había contratadas en el sector cinco millones 979,616 personas trabajadoras, que representan 27% de la nomina nacional registrada ante el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
Resultado mensual
La debilidad del empleo manufacturero es más marcada en algunas ramas de actividad, pero también es extendida. En noviembre se observaron retrocesos mensuales en 15 de las 21 ramas que mide la EMIM.
Las cinco mayores fueron:
- Maquinaria y equipo (-1.1%)
- Muebles (-1.1%)
- Insumos textiles y acabado (-1.1%)
- Transporte (-0.7%) y accesorios
- Aparatos eléctricos (-0.7%)
En tanto, se observaron mejorías en elaboración de prendas que no son de vestir (+0.5%), plástico y hule (+0.3%), minerales no metálicos (+0.3%), derivados del petróleo (+0.3%) y cómputo y comunicación (+0.2 por ciento).
Datos acumulados
De enero a noviembre del 2024 el empleo en manufactura muestra una contracción de 1.8%, que profundiza la de 0.4% observada en el mismo lapso del 2023.
De forma acumulada se observan contracciones en 17 de las 21 ramas manufactureras. Las cinco más pronunciadas fueron las observadas en las industrias del cuero y la piel (-10%), insumos textiles y acabados (-9.4%), vestido (-8.2%), cómputo y comunicación (-6.4%) y muebles (-5.4 por ciento).
Factores negativos y acciones
La debilidad del empleo manufacturero coincide con la incertidumbre que permeó durante el 2024 ante los procesos electorales en México y Estados Unidos, así como la inquietud posterior por cambios constitucionales en México que podrían incidir en el clima de negocios y las amenazas arancelarias de Donald Trump, próximo presidente de Estados Unidos.
También destaca la menor actividad en las ramas textil-confección y del calzado, cuyo empresariado ha denunciado la competencia desleal de producto asiático.
Ante ello, el 19 de diciembre pasado el gobierno de México anunció un aumento de la tasa arancelaria a la importación de 138 mercancías confeccionadas y a 15% en el caso de 17 mercancías textiles.
Además, creció la lista de productos que no se pueden importar mediante el programa de la Industria Manufacturera, Maquiladora y de Servicios de Exportación (IMMEX), para evitar que se haga mal uso del programa.
Al anunciar la medida, Marcelo Ebrard, secretario de Economía, refirió dijo que uno de sus objetivos era revertir la pérdida de empleo y citó que la industria textil ha perdido 75,000 empleos, además de que el PIB del sector ha disminuido una tasa anual de 4.8 por ciento.
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