20 segundos después de que el partido comenzara, Johnny perdió un balón a pocos metros de su área y el Valladolid a punto estuvo de inaugurar el marcador. «Hoy tenemos Currobetis», opinó el que veía el partido a mi lado. «El Valladolid no le gana a nadie; va último», alegó otro espectador bético. «Por eso: hoy, Currobetis», se reafirmó el primero, mientras abría un paquete de pipas. Su sabia sentencia fue premonitoria. El Betis cayó ante el farolillo rojo del campeonato doméstico. Otra vez. Porque los verdiblancos ya fueron derrotados, y con cuatro goles, en Mestalla, cuando el Valencia era el último clasificado. Cuando aún quedaba media hora para el final del partido en Valladolid, y el Betis acababa de… Ver Más