Todos sabemos en España la importancia vital que tiene el momento de ir al baño para defecar, puesto que los expertos en salud lo dicen constantemente: tomar fibra en abundancia (sin pasarnos), practicar algún tipo de ejercicio de manera regular y alejarnos lo más posible del estrés son tres hábitos que contribuyen a una correcta salud intestinal.
Hasta aquí, todo correcto. Pero, ¿y si os dijéramos que ahora circula por las redes sociales una práctica extravagante y potencialmente peligrosa que consiste en ingerir una cápsula especial que promete abandonar nuestro cuerpo envolviendo las heces en purpurina? Por absurdo que parezca, cada vez son más los perfiles que se hacen eco de esta práctica, que el profesional de la salud @enfermerojorgeangel comenta en tono sarcástico y crítico.
Una fantasía con mucho peligro
La extravagancia no tiene límites, y la última tiene que ver con el proceso de defecación más ‘glamuroso’, una fantasía que a muchos seguidores de redes sociales les hace gracia, pero que podría tener consecuencias indeseadas para la salud.
En principio, la posibilidad de que nuestras heces ‘salgan’ envueltas en purpurina se lograría, según estos mensajes virales, ingiriendo una cápsula que contiene brillos para conseguir ese efecto ‘coquette’. Sin embargo, el enfermero mencionado, Jorge Ángel, después de bromear en su perfil, «si no estás contento con el aspecto de tus heces, te tomas la cápsula y ya todo es una fantasía», reflexiona sobre ello.
A la promesa de los desechos de purpurina, se suman también en redes las posibilidades de otras cápsulas que modificarían el olor de las flatulencias, que el enfermero comenta: «¿imaginas que tus pedos huelan a chocolate o a fresas?». Parece ser que la industria comercial no tiene límites, aunque debería. Incluso, se habla de cápsulas con partículas de oro, que además tienen un precio desorbitado.
Heces con purpurina, una práctica sin evidencia científica
Como hemos comentado, esta práctica excéntrica que desata la broma, puede ser tomada en serio por muchos usuarios, sin ser conscientes del potencial peligro que entraña. De hecho, el enfermero explica que no existe absolutamente ninguna evidencia científica que respalde la seguridad de estas cápsulas, contengan lo que contengan.
«Por supuesto, no está demostrado en absoluto que tomar estas cápsulas sea bueno para el intestino». De hecho, tomar algo así, que contenga sustancias no digeribles para el organismo, podría dañar todo a su paso por el sistema digestivo, y provocar efectos nocivos irreversibles.
Así pues, se trata de una tendencia viral que atrae la atención de miles de consumidores, una herramienta de marketing que no mide las consecuencias ni el alcance del sentido común. Se hace especialmente necesario en estos casos de productos llamativos como lo son las cápsulas para heces con purpurina y flatulencias perfumadas, apelar a la necesidad del consumo responsable. Los riesgos existen, y que un producto se haga viral, en ningún caso, será sinónimo de que sea conveniente.