Desde que se comenzó a pensar en la creación de un banco central europeo se mantuvo inalterable la premisa de que la institución debería ser creada a imagen y semejanza del Bundesbank alemán, gran valuarte de la estabilidad financiera . Con el tiempo se fue viendo que poco podía hacer el BCE por la estabilidad si los gobiernos del euro no se atenían a la disciplina fiscal. En 2009, en los primeros compases de la crisis financiera, Angela Merkel hizo tatuar en la Ley Fundamental alemana un freno a la deuda que desde entonces impide a los gobiernos de Berlín elevar su endeudamiento en más de un 0,35% del PIB anual. Con esta medida aspiraba a cortar por lo sano… Ver Más