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A partir del 2025, llenar el tanque de gasolina saldrá más caro, debido al incremento en el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS), que aplica la Secretaría de Hacienda y Crédito Público anualmente.
El aumento, que se aplica también a otros productos, como refrescos, cigarros, comida alta en carbohidratos y bebidas alcohólicas, aún debe ser publicado en el Diario Oficial de la Federación (DOF).
Así quedarán los precios de la gasolina en 2025
Según una proyección del Instituto Mexicano de Contadores Públicos (IMCP) el alza en el impuesto a los combustibles sería de la siguiente manera:
Para la gasolina, Magna 6.4 pesos por litro, es decir, 28 centavos más respecto de este año; para la gasolina Premium: 5.4 pesos por litro, también 28 centavos más comparado con 2024, y para el diésel, 7 pesos por litro, o sea, 28 centavos adicionales respecto al 2024.
Baja importación de gasolina
En el sexenio de Andrés Manuel López Obrador, el combustible importado en el total del consumo nacional se redujo de 72.3 a 60.7%, de acuerdo con cifras de la Secretaría de Energía (Sener) y de Petróleos Mexicanos (Pemex).
Aunque los datos son hasta el octavo mes de este año, la reducción sexenal se quedó corta considerando que la apuesta del gobierno lopezobradorista era que a su término México dejara de importar combustibles.
El porcentaje de gasolinas importadas debería bajar más una vez que la refinería Olmeca acelere su producción y se concluyan las modernizaciones de las refinerías de Tula y Salina Cruz, el próximo año.
A agosto del 2024, Pemex y comercializadores privados trajeron del exterior 792,385 barriles diarios de combustibles automotores y aéreos (gasolina, diésel y turbosina), que representaron 60.7% de un consumo aparente que ascendió a 1 millón 305,985 barriles.
En contraste, durante el 2018 se importaron 935,128 toneles diarios, que significaron 72.3% del consumo aparente que ese año sumó 1 millón 293,276 barriles diarios.
De las importaciones realizadas hasta agosto de este año, en números cerrados 510,000 barriles diarios corresponden a gasolina, 220,000 a diésel y 62,000 a turbosina.
De estas, los comercializadores particulares –para quienes se abrió el mercado a partir del 2016– participan con alrededor de 25%, alrededor de 10 puntos porcentuales menos frente a la cuota pico de 35.9% que alcanzaron en el 2021.
Esto coincide con los esfuerzos de Pemex por recuperar participación de mercado y también con las políticas del gobierno orientadas a ese fin, como el endurecimiento de las condiciones para el otorgamiento de permisos de importación y almacenamiento de combustibles a privados.
Cuando opere en condiciones normales, la refinería Olmeca debería aportar alrededor de 260,000 barriles diarios de combustibles, lo cual podría reducir las necesidades de importaciones a poco más de 500,000 barriles diarios.
Aporte de coquizadoras
Adicionalmente, de acuerdo con Pemex la conclusión de las coquizadoras de las refinerías de Tula y de Salina Cruz (que se proyecta para el 2025), debería permitir que estos complejos aporten 80,000 y 74,000 barriles adicionales, respectivamente, a la producción de combustibles, es decir, más 154,000 barriles en conjunto.
Se trata de más de 400,000 barriles adicionales (refinería Olmeca más el producto de las coquizadoras) que, sin embargo, dejan todavía un hueco de otros 400,000 barriles que se seguirían importando, al margen de que una fuente de abasto pudiera la refinería texana Deer Park, que Pemex controla al 100% desde enero del 2022.
Y es que, en sus presentaciones en medios de comunicación, el director de Pemex, Octavio Romero, suele incluir la producción de la refinería Deer Park como parte de la producción que sustentaría la autosuficiencia de Pemex en abasto de combustibles, sin embargo, la mayor parte de la producción de ese complejo se distribuye en Estados Unidos, lo cual ha sido reconocido por el propio gobierno.
octavio.amador@eleconomista.mx
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