La relación que trascendió hace tres años entre Iñaki Urdangarin, exmarido de la infanta Cristina, y Ainhoa Armentia empieza a normalizarse como algo estable y aceptado por todas las partes.
Según publica el portal Vanitatis, el exduque, que lleva una vida totalmente tranquila y anónima en Vitoria, su ciudad, juntará por primera vez en Nochevieja a su novia, con quien reside desde hace meses, y a sus cuatro hijos: Juan, Pablo, Miguel e Irene.
Esta noticia supone la integración definitiva de Ainhoa en la vida familiar de Iñaki, quien está muy unido a sus hijos, a su madre y a sus hermanos.
Y también, la idea de que Iñaki ha recuperado por completo el control de su vida, tras los años de cárcel por el caso Noos, su divorcio de la infanta Cristina y las críticas recibidas por dar a conocer su noviazgo con Ainhoa antes de que se hiciera pública su separación.
Ainhoa entró en la vida de Iñaki al poco de salir de prisión. Trabajaban juntos en el mismo bufete de abogados, aunque ahora ninguno está allí ya y tienen distintas labores profesionales.
Ainhoa ya ha ido también a ver partidos de balomnano de Pablo Urdangarín, que juega como profesional en el Granollers.