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¿Se acaba la gran vida para los narcos europeos en Dubái?

Publicado: diciembre 16, 2024, 8:10 am

Narcos europeos como Sean McGovern , del cartel irlandés Kinahan, o el español Alejandro Salgado Vega, alias «El Tigre», vivieron fastuosamente en Dubái con total impunidad. Pero el avance en la cooperación judicial puede llevar a muchos de ellos a buscar otros refugios. Este emirato fue durante años el refugio ideal para algunos de los mayores narcos de Europa debido a la cooperación judicial limitada, que implicaba un escaso riesgo de ser extraditados, según investigadores y jueces europeos entrevistados por AFP. Así, este territorio de 35 kilómetros cuadrados del Golfo sirvió de retaguardia para actividades de tráfico y de blanqueo de dinero. Europol, la Agencia de la Unión Europea para la Cooperación Policial, describió en abril a la ciudad como un «centro de coordinación a distancia», donde los traficantes viven abiertamente y pueden blanquean sus activos a través de bienes de lujo y propiedades. La Policía afirma que los grandes capos europeos mueven los hilos desde la comodidad de Dubái , lejos de los puertos como Amberes, en Bélgica, Róterdam, en los Países Bajos, y Le Havre, en Francia, por donde entra la droga al continente. Disfrutando del bajo índice de delincuencia en Dubái , sin las preocupaciones de un posible ajuste de cuentas, los capos de la droga operaron con seguridad, hicieron negocios y contactos otros traficantes importantes a nivel global en los cafés de cachimba, según fuentes judiciales. Sin embargo, puede que esta situación esté cambiando. En octubre, McGovern, considerado la mano derecha del narcotraficante irlandés Daniel Kinahan, fue detenido con una orden de extradición de Dublín, acusado de asesinato y de ser el cabecilla de una organización criminal. La detención de McGovern en Dubái se produjo tras la detención en julio de Faissal Taghi, acusado de narcotráfico y asesinato en los Países Bajos, y su extradición tiempo después. Su padre, Ridouan Taghi, fue condenado en febrero a cadena perpetua en Ámsterdam y es considerado el cabecilla «Mocro Maffia». En marzo, el belga Nordin El Hajjioui fue enviado esposado a su país. «Los Emiratos Árabes Unidos están comprometidos a colaborar con todos sus socios internacionales para desbaratar y disuadir todas las formas de financiación ilícita mundial», declaró a la AFP un funcionario del Gobierno. Dubái, un centro neurálgico del comercio global, que está entre Europa y Asia, tiene uno de los aeropuertos con más frecuencias de vuelos del mundo. Además se ha convertido en un lugar predilecto de estrellas del deporte y famosos que buscan capear el invierno de sus países. Sin embargo, desde hace una década, también se convirtió en una guarida para europeos buscados por la justicia en sus países , según un magistrado francés. El jefe del cártel Kinahan y Alejandro Salgado Vega, considerado por las autoridades como «el narcotraficante de origen español más importante a nivel global», son algunos de los acusados de formar parte de grandes tramas criminales que establecieron su residencia en Dubái. Francisco Torres, jefe de la unidad de élite de la Guardia Civil encargada de investigar el crimen organizado, afirma que en Dubái estas personas buscadas por la justicia no se esconden , ni viven bajo identidades falsas. «Llevan una vida de lujo a la vista de todos, con total impunidad», resumió. En su exilio dorado de Dubái, los narcotraficantes pueden gestionar sus operaciones con total seguridad , lejos de la ola de criminalidad y violencia que asola actualmente a los grandes puertos del Viejo Continente, afirmaron investigadores y magistrados europeos entrevistados por la AFP. En 2022, la operación «Desert Light» confirmó la existencia de un « supercártel » en Dubái donde seis «barones de la droga» vinculados a tramas en Francia, Países Bajos y España unieron sus fuerzas para controlar conjuntamente un tercio del tráfico de cocaína que llega a Europa, informó Europol. Abdelkader «Bibi» Bouguettaia es un buen ejemplo. Este traficante franco-argelino, objeto de una alerta roja de arresto de Interpol, dejó el puerto de Le Havre en Francia y está acusado de coordinar desde Dubái la entrada de toneladas de cocaína a Europa. Bouguettaia, condenado en rebeldía a nueve años de cárcel en Francia en 2023 por importar un contenedor con 599 kilos de cocaína interceptado en Amberes, es sospechoso de haber organizado el envío de 2,5 toneladas de droga destinadas a Le Havre. Él y su pareja vivían en dos pisos en las plantas superiores de un complejo de lujo en el puerto deportivo, a unos cientos de metros de la isla de Palm Jumeirah, según los extractos del interrogatorio de un antiguo allegado, consultados por la AFP. Según esta fuente, Bouguettaia, que posee coches de lujo, es un asiduo de los bares de narguile, de las piscinas de los hoteles de lujo del puerto y de restaurantes fastuosos como el Nusr-Et Steakhouse del conocido chef turco Nusret Gokce. En el rico emirato del Golfo, considerado como un paraíso fiscal y un centro para el lavado de dinero, los delincuentes encuentran la forma para deshacerse del dinero sucio que difícilmente podrían utilizar en Europa. El ancestral sistema bancario «hawala» del emirato -un canal informal de transferencia de fondos mediante proveedores de servicios, que está basado en la confianza- permite transferir efectivo sin que el dinero se mueva realmente. Esto posibilita que capos de la droga realicen grandes inversiones en propiedades y otros negocios de gran envergadura, sin dejar casi ningún rastro. En Dubái, los narcotraficantes pueden «poner una empresa de conserjería de autos de lujo» y sobre todo realizar inversiones inmobiliarias, indicó un especialista en la lucha contra el blanqueo de activos en los Emiratos. «Un edificio puede venderse en 15 minutos. La mitad de las grúas del mundo están en Dubái», destacó. En este emirato, donde un 90% de sus 3,5 millones de habitantes son expatriados , hay un ventajoso régimen fiscal. Desde hace años hay una escalada de los precios inmobiliarios y el negocio de la construcción levantó rascacielos, villas de lujos ultra seguras e incluso fastuosas islas artificiales. La economía de Dubái, donde hay menos petróleo que en los ricos emiratos vecinos, está asentada en su floreciente mercado inmobiliario cuyas transacciones marcaron un récord de 132.000 millones de euros en 2022. En este mercado, otro Tarik «El Bisonte» Kerbouci, un fugitivo de la justicia francesa acusado de traficar 3,3 toneladas de cocaína, se estableció como un «agente inmobiliario», según una fuente judicial francesa. El Centro de Estudios Avanzados de Defensa (C4ADS), con sede en Washington, estudió una filtración de los registros de la propiedad, y señaló que Daniel y su esposa poseen varios bienes raíces incluyendo una propiedad cerca de Palm Jumeirah y otra finca comprada en seis millones de euros en Emirates Hills que ahora puede valer el doble. La lentitud de los procesos de extradición también contribuyó al asentamiento de delincuentes en el emirato. Kerbouci fue detenido en Dubái en julio de 2022, pero fue puesto en libertad 40 días después, una vez que había vencido el plazo para acoger la solicitud de extradición en su debida forma. Bouguettaia también se benefició de la lentitud de los trámites cuando fue detenido en octubre del año pasado y fue liberado en enero. «El Tigre» también fue liberado tras haber estado detenido en 2022, indicó su abogado. Los Emiratos Árabes Unidos (EAU) firmaron tratados de extradición con Francia en 2007, con España dos años después, con Bélgica y Holanda en 2021 y con Irlanda este año. Pero, hasta ahora sólo han sido extraditados un pequeño número de narcos de alto nivel. Torres, de la Guardia Civil española, señaló que las exigencias de Dubái son a menudo «absurdas» e «imposibles de cumplir « y cita como ejemplo la necesidad de enviar todos los documentos originales con cada página firmada por el juez. Francia identificó cerca de 30 sospechosos en Dubái. «Ninguno de estos traficantes ha sido extraditado, aunque algunos fueron detenidos», lamentó en enero Jean-Noël Bonnieu, funcionario del Ministerio de Relaciones Exteriores francés en una audición ante el Senado. Las autoridades francesas señalaron el «extremo rigor de la parte emiratí a la hora de interpretar los documentos que deben presentarse y los plazos». De los cerca de 20 sospechosos requeridos por Bélgica, sólo cuatro fueron extraditados desde 2021, según cifras oficiales. Pero este año se han producido avances en la cooperación judicial. Por ejemplo, un magistrado francés con experiencia en procesos contra el crimen organizado fue enviado al emirato vecino Abu Dabi y Bélgica nombró en octubre a un juez para que trabaje como enlace directo con los Emiratos. Desde entonces, Bouguettaia fue detenido nuevamente junto con Othman El Ballouti, un sospechoso que Bélgica llevaba años intentando extraditar, informaron a la AFP fuentes oficiales. Los EAU intentan mostrar esfuerzos por mejorar la transparencia desde que el Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI) que lucha contra el lavado de dinero los incluyó en la «lista gris» de países sometidos a una vigilancia reforzada en 2022 . Pero una fuente judicial francesa declaró a la AFP que Dubái nunca ha embargado «ningún activo a ninguna autoridad financiera extranjera», a pesar de la gran afluencia de empresarios rusos desde que comenzó la invasión contra Ucrania hace casi tres años. Aun así, hay quien afirma que la élite criminal de Dubái podría estar buscando ya su próximo refugio. «Con toda la atención puesta en Dubái, las miradas se vuelven hacia Turquía como otro posible centro de actividades delictivas internacionales», declaró a la AFP una fuente judicial neerlandesa. «Algunos están mirando hacia el norte de África, Indonesia y Bali», según un especialista francés en blanqueo de capitales. Kerbouci, ya huyó y está prófugo, probablemente en otro destino de Oriente Medio o en el norte de África, afirmaron fuentes europeas que creen que vive bajo una identidad falsa.

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