El rey Carlos III y su hermano el príncipe Andrés llevan un tiempo arrastrando una mala relación tras los múltiples y polémicos escándalos en los que el duque de York se ha visto implicado, algo que el monarca británico no aguanta más.
El príncipe ha vuelto a acaparar una vez más las portadas de la prensa británica y a sacudir su imagen tras descubrirse que estaría vinculado a un espía chino, una nueva polémica que habría sacado de quicio a su hermano y heredero de Isabel II, el cual estaría «realmente exasperado«.
Así lo asegura el diario británico británico The Mirror, que sostiene que el príncipe Andrés mantendría una relación de amistad con un espía de origen chino que previamente habría sido expulsado de Reino Unido al convertirse en una «amenaza de seguridad nacional»
El duque de York habría convertido a este espía en su «confidente» durante los últimos años, algo que el ciudadano chino utilizaría para establecer lazos y reunir contactos en la alta esfera británica.
Por su parte, el que fuera marido de Diana Spencer fue informado por la inteligencia británica de los últimos sucesos vinculados a su hermano y reveló que se encontraba «muy furioso» y que es «muy consciente de lo que se ha hecho y de lo que se está haciendo al respecto».
El príncipe, que mantuvo una amistad con Jeffrey Epstein, acusado de abuso sexual de menores, habría invitado a su cumpleaños del año 2020 al espía, al cual se le conoce como H6, tal y como este ha desvelado en la sede judicial. La inteligencia de Reino Unido baraja la hipótesis de que su claro objetivo era introducirse en la vida del duque y establecer nuevos contactos de interés.
Sin embargo, la elección del espía no sería casualidad, sino que consideraría al exmarido de Sarah Ferguson como una persona «vulnerable» y que podría brindarle información de gran importancia sobre la realeza británica.
«Una mina de oro de información»
«El acceso que esta persona habría tenido podría haber producido lo que China consideraría una mina de oro de información. Los informes de inteligencia sobre el propio Príncipe habrían sido interesantes, tal vez proporcionando números de teléfono, direcciones, fechas de próximas reuniones», asegura un experto en seguridad en el diario inglés.
Creen además que el espía «pudo haber sido capaz físicamente de introducir más personas en la red, trayendo más oficiales de inteligencia para realizar un espionaje más serio» y que por su parte, tanto el duque de York como sus guardias «bajaron la guardia más de lo habitual» algo que habría dado acceso al ciudadano chino a relacionarse con «personas poderosas».