Stanis Idumbo aterrizó hace menos de un año en Nervión. Un fichaje a bajo coste ( 400.000 euros ) dentro del trabajo de seguimiento de jóvenes talentos que lleva a cabo la Dirección Deportiva del Sevilla. Al joven belga le ha costado hacerse un hueco dentro del primer equipo . De hecho, sus primeros meses fueron con el filial, aunque la insistencia de los responsables que lo habían firmado hizo que también alternara sus entrenamientos con los de la primera plantilla. El extremo no jugó ni un solo minuto con el Sevilla en sus primeros meses, apareciendo con el filial pero sin tampoco convencer en exceso. A García Pimienta se le dijo que era futbolista bajo su mando , aunque compitiese con dorsal más allá del 25. Debutó unos minutos ante el Girona en un Sevilla en construcción y, ante la falta de oportunidades, se le abrió la puerta de regresar con el Sevilla Atlético. Fue algo fugaz. Desde su gol ante el Barcelona saliendo desde el banquillo, justo el día de la grave lesión de Ejuke , cuerpo técnico y jugador han puesto todos los argumentos encima de la mesa para que Idumbo deje de ser un experimento de futuro y se haga una realidad tangible a sus 19 años . El entrenador del Sevilla sigue insistiendo que es un joven que debe madurar, aunque comience a mirarle como una alternativa más que seria de cara a esa banda izquierda huérfana por la lesión del titularísimo Ejuke. «Había pactado los 45 minutos de Saúl y de Stanis , para que llegasen en buenas condiciones al partido del fin de semana», desvelaba Pimienta en rueda de prensa, tras clasificarse el Sevilla para los dieciseisavos de la Copa del Rey en Olot . Una muestra más del estatus que ha alcanzado el internacional sub-19 con Bélgica en el último mes, pese a la lesión muscular (frente a la Real Sociedad ) que frenó su progresión cuando se había ganado el derecho a ser titular con el conjunto nervionense. El técnico catalán ha visto una evolución importante en Stanis Idumbo . Ya ha dejado de ser un futbolista que cogía la pelota para intentar hacer su jugada. Entiende mejor lo que le pide el entrenador y sus compañeros. Pese a que se tratase de un partido de Copa, sus 45 minutos ante el Olot mostraron lo mejor de su repertorio en las dos bandas . Prefiere partir desde la izquierda por la comodidad de salir hacia los dos perfiles en el regate, aunque también la pide al espacio (como en su asistencia a Iheanacho en el tercero) cuando es posible correr. En una jugada parecida desatascó el duelo de la primera ronda de la Copa en Las Rozas . Dejó otros detalles, como buenos controles, conexión con Valentín Barco (pase de exterior) y movimientos que necesitaba el equipo en ataque. Idumbo le da frescura al fútbol ofensivo del Sevilla. La mala suerte de su propia lesión, frenando en seco ese crecimiento que quiere volver a mostrar, ha obligado al Sevilla a acudir al mercado en la búsqueda de un extremo por la izquierda. La más que posible llegada de Rubén Vargas relegará a Idumbo a un rol más secundario. Tiene aún unos partidos para seguir mostrando al entrenador y al propio club que él puede ser ahora ese jugador distinto y diferencial que haga despegar al Sevilla desde una banda que lleva más de un mes casi abandonada por la ausencia de Ejuke. Idumbo se hace mayor . Ha cogido esa responsabilidad en el juego que le reclamaba García Pimienta. Su próximo reto: que nadie le discuta su posición de titular en el Sevilla. Está en ese proceso de maduración. Víctor Orta, su principal valedor , es al único que no le ha cogido por sorpresa su temprana irrupción en el Sevilla.