El presidente Joe Biden está considerando indultos preventivos para funcionarios y aliados antes de que Donald Trump asuma el cargo. Según fuentes cercanas a las discusiones, el objetivo es protegerlos de posibles represalias del presidente electo,
El debate sobre los indultos generales, adelantado por Politico, aún se encuentra en una fase preliminar, aunque Biden ha discutido la idea con altos miembros de su equipo. Esta discusión sigue al reciente indulto de Biden a su hijo, Hunter Biden, quien fue exonerado de cargos fiscales y de posesión de armas. Este tipo de clemencia, que abarca delitos teóricos desde 2014, recuerda al indulto masivo otorgado por Gerald Ford a Richard Nixon tras el escándalo de Watergate.
El tema ha cobrado relevancia tras las nominaciones de Trump, como la de Pam Bondi, exfiscal general de Florida, para dirigir el Departamento de Justicia, y de Kash Patel, conocido por sus posiciones extremas, como director del FBI. Patel ha manifestado públicamente su intención de «perseguir» a los críticos de Trump, lo que ha avivado los temores de represalias políticas.
Entre los nombres que han circulado como posibles beneficiarios de los indultos se encuentran figuras como la exrepresentante Liz Cheney, Anthony Fauci y el abogado especial Jack Smith, quienes han sido blanco de ataques de la derecha.
Sin embargo, algunos de los posibles beneficiarios, como el senador Adam Schiff, se oponen a la idea, argumentando que podría dar la impresión de que han cometido un delito.
Mientras tanto, otros, como Olivia Troye, exasesora del vicepresidente Mike Pence, han expresado su preocupación por las represalias y las amenazas legales que enfrentan debido a sus críticas a Trump. «No he cometido ningún delito», dijo Troye, «pero estos son tiempos muy diferentes».