En Suecia lograron distanciarse del humo del tabaco sin dejar de lado la nicotina. Los últimos datos de la Public Health Agency of Sweden (Agencia de Salud Pública de Suecia), correspondientes a noviembre de 2024, muestran que el 4,9 % de su población mayor de 15 años fuma tabaco a diario. De esta manera, adelantan a la Unión Europea en su plan «generación sin humos» para el 2040, en la que se espera conseguir una incidencia de fumadores menor al 5%.
Una de las explicaciones detrás de esta cifra está en el consumo de nicotina a través del snus y las bolsas de nicotina, que varios artículos y piezas en medios españoles han copado desde el año pasado ante el acceso de menores a estos productos.
A pesar de ello, el país nórdico goza de una baja incidencia de fumadores respecto a Europa y otras naciones occidentales, por tanto, una reducción en enfermedades relacionadas con el tabaquismo así como más zonas libres de humo. Ahora bien, el contexto de Suecia es particular dada su tradición con el snus, pero combinado con un marco fiscal que incentiva a los fumadores a cambiar a alternativas menos nocivas, ha logrado bajar la incidencia de fumadores, situándose en 5,6% según el informe Smokefree Sweden 2023.
Liberación de nicotina más lenta y sostenida
La nicotina es una sustancia presente en la hoja del tabaco y no es cancerígena, pero sí crea dependencia. La combustión del tabaco (que la encontramos en los cigarrillos) libera los tóxicos que llevan a la enfermedades relacionadas con el tabaquismo. De este proceso de combustión carecen las llamadas «productos de riesgo reducido» como los productos de tabaco calentado, los vapeadores, el snus o las bolsas de nicotina. Eso sí, ninguno está estén exentos de ellos.
Las bolsas de nicotina consisten en pequeños sacos con nicotina y otras sustancias como celulosa microcristalina, carbonato de sodio, sales de carbónico, ácido cítrico, así como diversos aromas. Todo ello está envuelto en un papel de celulosa mientras que el snus son bolsitas con tabaco (por tanto, ya de manera natural contiene nicotina). Ambas se colocan entre el labio superior y la encía y se produce una liberación de nicotina que se absorbe de manera más lenta pero más sostenida en el tiempo que en la de un cigarrillo. Los comerciantes recomiendan un tiempo en boca de unos 20 minutos, pero los usuarios la mantienen desde los cinco minutos hasta los 30-40 hasta llegar a la hora.
No todo el contenido de nicotina de una bolsita se transfiere al cuerpo. Un informe del Ministerio de Sanidad de España, que se remite al Informe del Instituto Federal para la Valoración de Riesgos (BfR) de Alemania, apunta que al menos el 50% lo absorbe el cuerpo.
La nicotina es una sustancia presente en la hoja del tabaco y no es cancerígena, pero sí crea dependencia.
Efectos del snus en los principales factores de riesgo cardiovascular
Fuentes de British American Tobbaco (BAT), una de las tabacaleras que comercializan snus en Suecia y bolsitas de nicotina, explican que los estudios científicos han estado focalizados al cigarro pero es necesario armar un compendio robusto de evidencias científicas sobre los productos de riesgo reducido y de la nicotina.
Fredrik Nyström, médico y profesor de Medicina Interna y Endocrinología en la Universidad de Linköping (Linköping, Suecia) menciona a la cafeína para explicar la nicotina: ambas generan adicción y aumentan la presión arterial.
Nyström se enfoca en la investigación de factores de riesgo de enfermedades cardiovasculares, obesidad o diabetes. Uno de sus ensayos* estuvo orientado a conocer los efectos directos del snus y vino tinto en los principales factores de riesgo cardiovascular (niveles de colesterol, insulina, glucosa y presión arterial entre otros). En un día se midieron cuatro veces los indicadores en 14 individuos sanos (7 mujeres y 7 hombres). Una de las conclusiones fue que la nicotina aumentó la presión arterial y un 10% el cortisol pero no se tradujo en ningún impacto significativo en los niveles de colesterol, insulina o de glucosa. Justifica que esa subida de cortisol tiene sentido desde un punto farmacológico: «Se conoce que el cortisol induce el aumento de concentración y atención. Un ‘shot’ o una dosis pequeña de cortisol se usa en personas con ciertas dolencias o enfermedades para aumentar su concentración en un periodo corto de tiempo». Respecto a la subida de la presión arterial, el doctor dice ser parecida a la que produce el café.
Nyström resalta que la nicotina no se debe administrar a niños o adolescentes porque sus sistemas nerviosos están en desarrollo y la nicotina es una sustancia que afecta a las células del cerebro. Por otro lado, también expresa que «no hay pruebas que relacionen que la nicotina cause cáncer en los labios o en la cavidad oral». Sin embargo, es temprano para conocer «un efecto secundario peligroso de la nicotina» a largo plazo pero añade que «tampoco ha habido ensayos farmacológicos para ver qué pasa si alguien consume chicles de nicotina por veinte años».
La nicotina no se debe administrar a niños o adolescentes porque sus sistemas nerviosos están en desarrollo y la nicotina es una sustancia que afecta a las células del cerebro.
Breve historia del snus
El consumo oral de tabaco está muy arraigado en la cultura Sueca. Precisamente, mantener el snus fue un punto de discusión en la inclusión del país nórdico en la Unión Europea en 1995, un producto ilegal en la UE desde 1992.
El único país de la UE en el que el snus es legal es en Suecia.
El consumo de snus en Suecia se remonta al XVIII y consistía en una especie de pasta de tabaco que se moldeaba con los dedos y se introducía en la boca. En los años 70 del siglo pasado se metió el tabaco dentro de una bolsita, algo que hizo el consumo más cómodo e higiénico. A partir de aquí, el producto fue sofisticándose hasta conseguir un resultado menos pegajoso y más limpio en la década de los 90.
Irrupción de las bolsas de nicotina
A partir del 2010 nace el «nicotine pouch» (bolsa de nicotina). No tiene tabaco, solamente nicotina, que puede ser extraída de la planta o sintética. Una de las cuatro fábricas de bolsas de nicotina de BAT se encuentra en Malmö, una ciudad al sur de Suecia, y es la única de ellas en producir también snus. Lleva produciendo bolsas de nicotina desde el 2018-2019, pasando entonces de un 1.670 millones (1,67 billion) de bolsas de nicotina anuales a 3.600 millones (3,67 billion) en la actualidad.
Desde la Public Health Agency of Sweden (Agencia de Salud Pública de Suecia) constatan que en la tasa de fumadores diarios (16-84 años) en 2004 era de 14,3% en hombres y de 18,6% en mujeres. En 2022, las cifras descendieron a 6,3% y a 5,3%, respectivamente (ambos sexos 5,8%). Fuentes de BAT explican que el consumo de cigarrillos diarios es de 15 a 17 y de bolsitas de nicotina alrededor de siete, aunque esta última cifra depende del mercado y en Suecia es más alta.
El máximo de nicotina
En Suecia no existe un máximo legal de miligramos de nicotina por bolsita aunque BAT no superan el umbral de los 20 mg por bolsita, siendo de 17 mg el mayor encontrado en uno de sus productos en Suecia y de 14 mg en España. Sin embargo, en el mercado existen productos que llegan a los 40 o 60 mg pero fuentes de la compañía advierten que «la nicotina es un químico que se debe tratar con respeto» y no recomiendan superar ese límite de 20 mg.
14 miligramos de nicotina es el máximo que encontramos en una bolsita de nicotina en España.
La regulación y visión sueca
«En Suecia tenemos tres drogas que son socialmente aceptadas: el café, el alcohol y la nicotina de estos productos», resume Patrik Strömer, Secretario General de Association of Swedish Snus Manufacturers.
«A día de hoy, la mayoría del parlamento sueco considera el snus como un mejor opción que fumar cigarrillos, no estoy seguro que esa sea la visión compartida en el resto de Europa», dice Strömer. Fuentes de BAT explican que, de los ocho partidos políticos suecos representados en el parlamento, cinco aceptan los productos de riesgo reducido.
Los impuestos específicos sobre estos productos aumentan al tener más riesgo; de esta forma, los cigarrillos tienen la mayor tasa de estos productos y los que menos, las bolsas de nicotina. En resumen, se ha configurado en el país escandinavo un marco fiscal que incentiva a los fumadores a cambiar a alternativas más seguras.
«En Suecia tenemos tres drogas que son socialmente aceptadas: el café, el alcohol y la nicotina de estos productos»
«Suecia está cerca de ser ‘smoke free’ no por las políticas, sino por la disposición de los consumidores en acoger las alternativas», explica Strömer. El experto defiende que lo necesario es una regulación coherente y dejar que la gente decida.
Ahora bien, el clamor del snus y las bolsitas de nicotina lo ha generado el acceso y el consumo a menores, un segmento de población que junto a los no-fumadores no son el objetivo de estos productos. Los sabores y que pase más desapercibido que el cigarro, en la práctica, parece facilitar el acceso a adolescentes. Strömer reconoce esta preocupación pero dice que es difícil «proveer de información sino se deja anunciar» o comunicar con más facilidad. «Por eso siempre enfatizamos que no es un producto para menores», afirma y es algo que está manifestado en la etiqueta. Asimismo, Strömer añade que el parlamento sueco está considerando penalizar el proveer a un menor de estos productos.
Hacia un mundo sin humo pero, ¿y de nicotina?
Las tabacaleras han sufrido una gran transformación en su negocio. Desde al menos una década busca potenciar las nuevas alternativas en detrimento del cigarrillo tradicional y migrar a los fumadores a los productos de riesgo reducido. En BAT se han marcado la meta para que en el año 2035 el 50% de las ganancias vengan de los «productos sin humo».
Cómo visto anteriormente, la cifra de de fumadores oscila entre diferentes fuentes pero todas la sitúan por debajo del 10%. Varias dudas respecto a este modelo sueco «libre de humos» que normaliza la nicotina. ¿Sería posible aplicarlo a más países que no han tenido esa tradición de tabaco/nicotina oral? ¿Cuándo se conocerán si hay efectos a largo plazo de estos productos en la salud? ¿Hay que enfocarse a crear generaciones sin nicotina o adoptarla de la manera menos peligrosa posible? ¿Se igualará la aceptación social de la nicotina como a la del alcohol y la cafeína?
El paradigma sueco, ajeno a si es aplicable o no, empuja al debate y abre la conversación. Hace poco más de una semana, el Ministerio de Sanidad español anunció haber empezado los trámites para regular bolsas de nicotina, vapers y restringir aromatizantes. A priori, la postura no parecen ser tan tolerante como la sueca.
Referencias
*Ismail, M., Stagling, S., Lundberg, A., & Nystrom, F. H. (2022). A cross-over study of postprandial effects from moist snuff and red wine on metabolic rate, appetite-related hormones and glucose. Drug and Alcohol Dependence, 236, 109479. doi:10.1016/j.drugalcdep.2022.109479