Cuando Donald Trump fue declarado culpable de la comisión de delitos por un jurado popular en Nueva York el pasado mes de junio, la respuesta del entonces candidato fue desafiante: el verdadero jurado sería el pueblo estadounidense en las elecciones que se celebraron este martes. Esa fue su apuesta siempre ante la cascada de imputaciones penales que recibió el multimillonario neoyorquino: apostarlo todo a convertir sus causas penales en su causa política . Su estrategia fue retrasar al máximo todos los procesos, entorpecerlos y llevarlos hasta más allá de la elección. En ocasiones, contó con la colaboración de la Justicia, como la decisión del Tribunal Supremo -con tres jueces nombrados por él- sobre inmunidad presidencial que retrasó la causa más… Ver Más