Publicado: octubre 28, 2024, 3:10 am
El ataque aéreo israelí sobre Irán del pasado sábado, llevado a cabo por cazas y misiles, sobre infraestructuras concretas de la República Islámica tendrá consecuencias. No sólo porque parece que será un eslabón más de esta cadena de final imprevisible de ataques y represalias entre Israel e Irán -como ya ha prometido Teherán-, sino porque puede tener consecuencias en otros escenarios y no solo regionales. Esa parece ser una de las conclusiones del último análisis que el Instituto del Estudio para la Guerra -un grupo de investigación estadounidense que asegura ser «no partidista», pero compuesto principalmente por militares retirados y analistas de ese país- ha realizado sobre el ataque israelí. Parece obvio que esta represalia limitada israelí tenía como objetivo debilitar la capacidad de la defensa antiaérea iraní de cara a futuros ataques. Entre los objetivos estaban «tres o cuatro bases de misiles S-300, incluyendo una en el Aeropuerto Internacional Imán Jomeini», y otras que protegían instalaciones críticas energéticas del oeste y suroestedel país como «la refinería de petróleo de Abadan, el complejo energético y el puerto de Bandar Imam Khomeini y el yacimiento de gas de Tang-eh Bijar». Sin embargo, el Instituto para el Estudio de la Guerra también destaca que el ataque dirigido desde Tel Aviv tuvo como objetivo la capacidad iraní para producir misiles y drones. Este centro de investigación apunta a que los ataques «podrían perturbar la capacidad iraní de construir misiles y transferirlos a socios en el extranjero, como Rusia, el grupo libanés Hizbolá y los hutíes». «Los ataques de las FDI alcanzaron instalaciones de producción de drones y misiles en todo Irán. Las imágenes de satélite disponibles comercialmente revelaron daños importantes en el complejo militar de Parchin, por ejemplo», explica este extremo el Instituto. «El complejo de Parchin es una de las instalaciones de producción de misiles iraníes más grandes y secretas . Algunos de los objetivos que las FDI (Fuerzas de Defensa Israelí) atacaron eran sofisticadas máquinas mezcladoras que se utilizan para fabricar combustible sólido para misiles balísticos avanzados, como los que Teherán ha utilizado para atacar directamente a Israel. Es probable que Irán necesite meses o quizás un año o más para adquirir nuevos equipos mezcladores». Hay que recordar el fundamental papel que los drones Shahed iraníes han tenido en la ofensiva rusa sobre Ucrania. Habrá que esperar a valorar qué efecto podrán tener de manera efectiva no solo en la capacidad militar iraní, sino en la capacidad bélica de Rusia, Hizbolá o los hutíes yemeníes.
