Este domingo la Fiscalía de Milán ha revelado más datos sobre la red de espionaje a personalidades italianas como la primera ministra, Giorgia Meloni, o empresarios y que tendría el apoyo de altos cargos públicos, de la mafia e incluso de servicios secretos de países extranjeros.
El fiscal Francesco De Tommasi explica en la petición de detención que los sospechosos «son sujetos que gozan de un apoyo de alto nivel, en diversos entornos, incluido el de la mafia y el de los servicios secretos, incluso extranjeros» y que a menudo prometen y se jactan de poder intervenir en investigaciones y juicios para bloquear iniciativas judiciales.
Las investigaciones «han demostrado que la red criminal en la que se mueve el grupo via Pattari (sede de la empresa Equalize, en Milán) es muy amplia y está estructurada, por así decirlo, en red, en el sentido de que cada miembro del grupo asociación y cada colaborador externo de la misma tienen a su vez otros contactos, en la policía y en otras administraciones públicas, a través de los cuales pueden obtener ilícitamente datos e informaciones confidenciales y sensibles», ha añadido el fiscal.
Unos 60 sospechosos están siendo investigados, de los cuales seis han sido detenidos, según la Fiscalía milanesa, que ha concluido que el grupo de piratas informáticos logró acceder a miles de documentos y comunicaciones confidenciales, incluida información bancaria o fiscal. Uno de los detenidos, considerado el máximo responsable de la trama, es un antiguo policía, Carmine Gallo, quien tenía acceso a perfiles individuales con datos personales de estas personas.
El grupo contaba incluso con itinerarios y datos de ubicación de las víctimas del espionaje aprovechándose de datos de teléfonos móviles o de compras de tarjetas de crédito. La red había logrado incluso acceso a la base de datos central de la Policía, sanitarias o financieras. El grupo habría reunido entre otros datos 800.000 ficheros de la base de datos de la Policía sobre antecedentes.
Entre los espiados está la primera ministra Meloni, concretamente sus movimientos de cuenta bancaria, posiblemente gracias a la colaboración de un trabajador de una entidad bancaria de Bari que ya habría sido despedido. También han sido espiados la hermana de Meloni, Arianna, y la antigua pareja de la mandataria, Andrea Giambruno.
Dos de los detenidos se jactaban de haber logrado piratear una dirección de correo electrónico asignada al presidente italiano, Sergio Mattarella, también según el pliego de la Fiscalía que pide las órdenes de detención, de más de 1.000 páginas.