Han pasado horas desde que saliera a la luz que Carlota Corredera y su marido Carlos de la Maza han decidido poner fin a su amor. El matrimonio ha decidido tomar caminos separados y poner fin así a once años de relación. Los dos tienen una hija en común, Alba, que cumplió 9 años el pasado mes de junio.
Fue este sábado cuando Semana confirmaba su ruptura a través de fuentes próximas a la pareja. El medio, además, asegura que se esperaba que Carlota emita un comunicado en el que haría pública la separación.
Dicho y hecho, porque, horas después, la presentadora ha confirmado la ruptura en las redes sociales. «Carlos y yo ya nos somos pareja, pero siempre seremos familia. Nuestra prioridad es el bienestar de nuestra hija, menor de edad, por lo que pedimos máximo respeto y protección para ella en estos momentos tan delicados. Gracias», ha sido el escueto texto con el que Corredera da por finalizada su relación.
En otra publicación, Corredera ha lanzado una reflexión: «En una vida caben muchas vidas. Siempre hacia adelante. Gracias infinitas a mi red, lo sois todo para mí. Y gracias por todo vuestro cariño, me llega y me atraviesa. Feliz domingo», compartía la presentadora, que se fotografía en un bonito atardecer en la playa.
Su relación siempre se ha mantenido discreta a pesa de ser una de las uniones más destacadas de la televisión, al menos, de las que se forman detrás de la pantalla. Ambos se conocieron cuando trabajaban en Sálvame, él como cámara y ella como directora del programa de Telecinco.
De ellos, tan solo se sabía que ambos convivían en una casa situada en la localidad madrileña de Pozuelo de Alarcón, una vivienda que adquirieron de forma conjunta en 2020 y en la que residían junto a su hija Alba.
Tal y como detalla la citada revista, al parecer no habría habido terceras personas de por medio y la prioridad absoluta para ambos pasaría ahora por el bienestar de su hija. Los dos quieren, de esta forma, que su separación le afecte lo menos posible, por lo que estarían tratando de hacer que la menor se va perjudicada lo menos posible de todo ello.
Asimismo, la pareja tendrá que decidir qué ocurre con la productora que ambos fundaron de manera conjunta, Alalba Audiovisual, así como con otros proyectos que ambos mantenían como un documental sobre huérfanos de violencia de género que la periodista estaba preparando, aunque para el que aún no había ninguna plataforma anunciada.
Ambos se casaron en 2013 en una boda en la que no faltó ninguna de sus personas más cercanas ni otras personalidades destacadas de la televisión. La expresentadora de Sálvame siempre ha mantenido, además, muy buenas palabras hacia su marido, con quien ha compartido once años juntos llenos de proyectos y un camino conjunto.