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Olivia Rodrigo y Louis Partridge, ¿por qué han enamorado a la generación Z?

Publicado: agosto 24, 2025, 6:11 am

Hay parejas que, además de estar en el radar de los medios, consiguen obsesionar a internet por su cercanía o muestras de cariño, que es lo que ha sucedido con Olivia Rodrigo y Louis Partridge, que han recibido el título de Gen Z royalty o realeza de la generación Z.

La intérprete estadounidense de Drivers License y el actor inglés, que saltó a la fama por su papel en Enola Holmes, no solo comparten las divertidas diferencias culturales de su relación, sino que en estos dos años que llevan juntos no han dejado de apoyarse, por lo que causan sensación siempre que aparecen públicamente.

A Olivia y a Louis se les vio por primera vez a finales de octubre de 2023 en el marco de Halloween, sin embargo en aquel momento no se especuló demasiado, puesto que podría haber sido un plan de amigos. Los rumores de que estaba sucediendo algo más entre ellos cogieron fuerza cuando el inglés apareció en un evento navideño, el Jingle Ball, donde la cantante dio un concierto. Al día siguiente fueron juntos a una fiesta del programa Saturday Night Live y, finalmente, la cercanía se confirmó por sí sola cuando aparecieron fotos de ellos dándose un apasionado beso en una gasolinera de Nueva York.

Desde aquel momento, y a pesar de que no confirmaron ni desmintieron su situación sentimental, su relación empezó a estar más a la vista del público. El inglés no faltó al comienzo de la primera gira de estadios de Olivia Rodrigo en febrero de 2024, incluso se ‘coló’ en la música de la artista. Cuando la cantante sacó en marzo el sencillo So American, le dedicaba unos cuantos versos a su novio inglés, incluyendo que querría casarse con él, la señal definitiva de que estaban en una etapa muy feliz.

Al igual que Olivia recibió todo el apoyo de su novio, quiso hacer lo propio en lo que respecta a su carrera cinematográfica y su primera aparición oficial fue en agosto del mismo año, en el Festival de Cine de Venecia. Aunque no posaron en la alfombra roja, la cantante le acompañó a la proyección de Disclaimer, una miniserie donde además trabajó con el director Alfonso Cuarón, Cate Blanchett o Sacha Baron Cohen.

Lejos de su mediática vida profesional, Olivia y Louis, como cualquier pareja, van de festivales, disfrutan de paseos, partidos de fútbol, viajes con amigos… Aunque 2025 ha sido su año de grandes eventos, donde además de acudir a los Grammy o a la fiesta posterior a los Oscar de la revista Vanity Fair, protagonizaron una aparición en julio en Wimbledon que además de muy tiernos, volvieron a causar furor con sus estilismos llegando a recibir comentarios como que eran los nuevos Edward y Bella, de Crepúsculo, o Chuck y Blair, de Gossip Girl.

Giras, festivales y… Causas sociales

Más allá de que puedan hacer partícipe al otro sobre sus respectivas profesiones (como el hecho de que Louis se haya hecho fan de Chappell Roan gracias a su novia), unos principios basados en ayudar habrían sido algo que les habría unido especialmente. La madre de Louis, Liz, trabaja para una organización benéfica que promueve los derechos de los niños en Nepal y en su perfil de Instagram está llevando a cabo una recogida de fondos para el rinoceronte.

Valores con los que Olivia Rodrigo se sentiría muy identificada, porque cuando empezó con el GUTS World Tour anunció el lanzamiento de Fund 4 Good, una iniciativa que busca apoyar a mujeres y niñas con educación, defensa de los derechos reproductivos y prevención de la violencia de género, por lo que informó de que parte del importe de las entradas vendidas iría para su proyecto solidario.

Pero además Olivia y Louis conectan por lo lejos que están de las excentricidades de algunas celebridades y cómo prefieren tener una vida normal, como por ejemplo con una cita en bici por Londres usando un servicio de bicicletas eléctricas compartidas, una manera más sostenible y cotidiana de moverse por la ciudad del actor.

Así que no es de extrañar que, con esos gestos sencillos, las generaciones más jóvenes les consideren icónicos -sobre todo si tenemos en cuenta que la generación Z es más solidaria y concienciada con causas como el medioambiente o el feminismo-. Pero también porque, pese a su popularidad, ambos buscan privacidad en su vida personal en la medida de lo posible. Son conscientes de la presión que puede suponer que su amor esté en el foco y prefieren seguir viviendo su historia a su ritmo, sin prisas ni necesidad de validación externa.

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