Publicado: julio 4, 2025, 9:37 am
Puede que el verano sea la temporada más conflictiva para las parejas -es conocido por ser el momento donde las rupturas se disparan-, y Katy Perry y Orlando Bloom son uno de los ejemplos más recientes. Sin embargo no para todos, de hecho, a Najwa Nimri le sucede lo contrario y está pasando un verano enamorada, disfrutando del tiempo con su novio, José Mendes Vieira, que además de haber trabajado como modelo, ha hecho sus pinitos en la interpretación y trabaja en la industria musical como productor.
La actriz, que procura mantener la máxima discreción en torno a su vida personal, reveló hace casi un año que estaba enamorada y más recientemente, algunos momentos en pareja de la vasca y el asturiano se «cuelan» en su perfil de Instagram. Unas pinceladas de su historia de amor que provocan la alegría entre sus fans, que no se cansan de ver a la actriz de La virgen roja en un momento sentimental tan feliz.
Pero si algo caracteriza su relación es que, a diferencia de la mayoría de las parejas de celebridades que intentan trazar un cordón sanitario en torno a su relación, son de los pocos que han conseguido salvaguardar esa intimidad. De hecho, no fue hasta mucho después de que empezara su historia de amor que supimos que la actriz de Vis a vis estaba en una nueva relación.
Si retrocedemos en el feed de Instagram de Najwa, es posible encontrar momentos con José desde principios de 2024. El productor y modelo aparece de forma esporádica y casi imperceptible por aquel entonces. También ha tenido mucho que ver que se han mantenido lejos de los focos, aunque según la revista Vanity Fair en junio del mismo año, la actriz había acudido a una entrega de premios en México con él, no posaron en el photocall y, si aparecían en otras imágenes, los medios de nuestro país no se hicieron eco.
No fue hasta unos meses más tarde que nos enteramos de su historia de amor, gracias a la visita que hizo al programa La Revuelta en septiembre de 2024, donde admitió que estaba enamorada. Aunque no le dio mucha más información a David Broncano, sí que confirmó que tenía novio.
De hecho, habiendo hecho el anuncio, Najwa se podría haber sentido más relajada a la hora de compartir más imágenes con su pareja, por lo que en el mes de noviembre la actriz reveló la identidad de su novio al compartir una galería de fotos de un viaje a París donde aparecen ambos dando un paseo.
Pero no fue hasta mayo de 2025 que acudieron a su primer evento público. Más de un año después de haber dado comienzo su relación, Najwa y José disfrutaron juntos en el Madrid Mutua Open y se mostraron cómplices en la grada del torneo de tenis. Desde entonces, en junio han podido escaparse a Mallorca con amigos y continúan con este verano en el que están alternando la vida en pareja con sus agendas laborales.
Ventajas de mantenerse fuera del radar
Esta no es la primera vez que Najwa Nimri se muestra hermética, también ha sido muy discreta con su hijo Teo, de 21 años. Y, con su relación de pareja estaría haciendo lo propio. Además José parece compartir la filosofía de la discreción con ella, ya que en sus 14 publicaciones de Instagram no aparece la actriz y, de igual manera, parece preferir que el foco se ponga en su trabajo.
Estar en la misma página al respecto es de mucha ayuda, sin necesidad de negociar si se comparte o no su vida privada -ni teniendo diferentes expectativas-, priorizan su conexión por encima de la narrativa pública. Esta estrategia les ha funcionado porque no se ven afectados ni por la presión mediática ni el ruido externo (algo por lo que también optan parejas como Justin y Hailey Bieber).
De hecho, al no alimentar el relato público con fotos constantes, grandes declaraciones de amor o exclusivas sobre su vida sentimental, mantienen el control sobre su intimidad y es una manera de protegerse emocionalmente. Han construido un espacio seguro ajeno al juicio social y mantener esos límites con el exterior puede evitar los conflictos que derivan de los malentendidos mediáticos. A la vez también sirve para conservar cierta sensación de normalidad, lo que para relaciones de alto perfil, se puede perder por la exposición pública.
Pero que la discreción no nos engañe: no es signo de frialdad, sino de confianza. No necesitan reafirmarse ante el mundo. Ambos se apoyan y entienden, emocional y creativamente, y lo transmiten hasta el punto de que, en la última foto de la pareja, se puede leer «La mejor pareja del mundo» o «Son todo lo que está bien».
