Publicado: febrero 14, 2025, 4:30 pm
WhatsApp, la aplicación de mensajería instantánea propiedad de Meta, es utilizada varias veces al día por un 67% de los usuarios que residen en España, según el portal de estadística Statista. La popularidad de esta plataforma hace que la compañía de Mark Zuckerberg tenga que añadir nuevas funciones de ciberseguridad para que los individuos estén protegidos, de esta manera, los delincuentes no se salen con la suya a la hora de robar información personal o tomar el control de los dispositivos.
Sin embargo, todas estas mejoras no sirven de nada si los usuarios caen en las trampas de los estafadores. Además, en las últimas semanas, hay un fraude que ha ganado fuerza en WhatsApp: los ciberdelincuentes pueden robar nuestros datos con tan solo compartir pantalla durante las videollamadas.
Cuidado con la estafa de la videollamada, pueden robar tus datos
Los estafadores utilizan este timo en las videollamadas de WhatsApp para tener el control de las cuentas de los usuarios. Pero, ¿cómo surge? Todo empieza con una videollamada en la que el delincuente informático se hace pasar por un conocido o familiar y afirma tener algún tipo de dificultad técnica, como, por ejemplo, que la cámara no muestra la imagen.
Si la víctima confía que la persona conectada a la videollamada tiene un verdadero problema, presiona sobre el botón de compartir pantalla. Además, el estafador le incita a pulsar sobre el botón, haciéndole creer al afectado que dicha acción solucionará la incidencia de la cámara.
Por último, si el usuario pica y termina compartiendo pantalla, el estafador podrá ver todo lo que la otra persona observa en su móvil. Esta técnica le permite enviar un código de seguridad a través de SMS al teléfono que tiene controlado, de esta manera, podrá consultarlo cuando le llegue a la víctima y así tomar el control de su cuenta de WhatsApp para transferirla a otro dispositivo sin que la otra parte se entere.
Una vez tomado el control, el estafador pueden acceder a la cuenta de WhatsApp para ver conversaciones, acceder a documentos, contemplar fotografías o vídeos y hasta robar información bancaria o personal. Además, con todos estos datos, el ciberdelincuente es capaz de extorsionar a la víctima, e incluso pedir un rescate.
Más allá de esta suplantación a un amigo o familiar, los ciberdelincuentes también se hacen pasar por el soporte oficial de WhatsApp, diciendo que la cámara no funciona bien y, por ende, se debe compartir la pantalla para resolver el problema.
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