Publicado: mayo 10, 2025, 3:19 pm
Montjuic será testigo este domingo (16.15 horas) de un duelo directo por el título de Liga con dos contendientes que llegan heridos, aunque cada uno a su manera. El Barça llega tras su dolorosa y cruel eliminación de la Champions, aunque dentro de una gran temporada, mientras que el Real Madrid necesita ganar para meter presión al actual líder con el objetivo de salvar una temporada que está siendo muy decepcionante.
En el conjunto azulgrana, el palo ha sido duro, más allá de las protestas de muchos de sus miembros –desde Joan Laporta a Enric Masip pasando por Hansi Flick, Pedri o Gavi– por el arbitraje. El sueño del triplete parecía estar cerca y ahora toca asimilar el golpe y levantarse para el Clásico ante el eterno rival.
Para ello, los jugadores hicieron este jueves una comida de conjura en la Ciudad Deportiva Joan Gamper una barbacoa al aire libre con la que tratar de levantar el ánimo de cara al duelo del domingo.
Aunque la mejor noticia para el Barça estuvo en la presencia en el entrenamiento de este jueves de Alejandro Balde. El lateral izquierdo se lesionó el pasado 12 de abril y ha estado casi un mes de baja, perdiéndose entre otros duelos la final de Copa y el doble enfrentamiento ante el Inter.
Así, y dado que tendrá tres entrenamientos en sus piernas si no hay una recaída, todo apunta a que Balde ocupará el lateral izquierdo de la zaga blaugrana durante el Clásico, un refuerzo de gran importancia ante la ausencia de un Jules Koundé cuyo puesto lo ocupará Eric García.
Con un once perfectamente definido, la gran duda está en quién será el nueve del equipo. Robert Lewandowski reapareció en el Giuseppe Meazza, pero su rendimiento dejó claro que no está todavía al 100%. Apostar por el polaco o seguir confiando en Ferran Torres será el gran dilema de Hansi Flick.
En el Real Madrid, la eliminación del Barça ha insuflado confianza en hacer algo grande en Montjuic, conscientes los jugadores de que solo vale ganar para seguir con vida en la lucha el título. Con cuatro puntos de ventaja para los azulgranas y solo tres jornadas más por disputarse tras el Clásico, reducir la distancia es imperativo para los blancos.
El once blanco, eso sí, tiene más incógnitas. Raúl Asencio es el único central sano de la plantilla y la cantera no parece una opción –Jacobo Ramón ha dejado dudas–, por lo que Carlo Ancelotti parece obligado a retrasar la posición de Aurelién Tchouaméni. Aunque la gran duda está en el sistema. ¿Apostará el italiano por un 4-4-2 con un ‘banquillazo’ para Rodrygo? Parece la opción más sensata, con Arda Güler deseando aprovechar la ocasión.