Publicado: septiembre 28, 2025, 12:11 pm
Motegi fue el último escenario en proclamar campeón del mundo a Marc Márquez, hace ya seis años. Y Motegi ha sido de nuevo, este domingo, el que ha visto al ’93’ volver a convertirse en el rey de MotoGP, certificando su séptimo título en la máxima categoría. «Ahora estoy en paz», ha repetido una y otra vez el de Cervera tras la carrera.
Sin poder reprimir las lágrimas en muchos momentos, el piloto de Ducati confesó no querer recordar el calvario por el que tuvo que pasar tras su lesión de 2020 en Jerez, pero lo hizo para acordarse de todas las personas que le han ayudado durante este camino, porque solo, ha subrayado «era imposible salir del bucle» en el que se encontraba.
«Lógicamente las decisiones las tomas tú, las toma uno mismo, con lo que sientes, y, aunque no quiero recordar el pasado, sólo sé que ahora estoy en paz y eso es lo más importante«, ha recalcado Márquez, que quiso destacar especialmente la figura de su hermano Álex. «Ha sido el que más me ha ayudado en todo momento, estando siempre a mi lado y apoyándonos en todo»..
Rememorando esa mala etapa de su carrera deportiva, el nueve veces campeón del mundo insistió en el que «el ser humano tiene una capacidad muy buena, que es olvidarse de lo malo y acordarse solo de lo bueno, o al menos los optimistas». En este sentido, Márquez reconoció que «siempre veía una luz al final del túnel, aunque a veces la gente a mi alrededor me ha tenido que levantar la persiana para ver esa luz, y la he seguido».
«He intentado responder las preguntas que tenía dentro de mí de forma egoísta, porque a veces en la vida tienes que serlo. Pensando solo en mí, porque así me lo aconsejaron los míos. Responderme las preguntas para, en ese bucle que entré en la caída de Jérez, que empeoré con una decisión completamente mía… Al final he salido. Con ayuda, pero he salido. Marc contra Marc, está en paz«, ha sentenciado.
Ya más tranquilo, el ’93’ reconoció sentirse «muy extraño» tras volver a alcanzar la gloria, insistiendo en esa lucha que ha mantenido consigo mismo en los últimos años: «Estoy disfrutando, pero a la vez tampoco lo estoy haciendo tanto, porque creo que lo realmente importante es que me siento en paz conmigo mismo, pues durante estos últimos años he estado luchando contra muchas cosas, pero lo más difícil ha sido luchar contra Marc. Era Marc contra Marc».
«Un Marc que apostaba por una vía, otro que apostaba por la otra, uno que decía déjalo, el otro que decía continúa, pero al final lo he intentado, he tratado de seguir mi instinto, dando el ciento por ciento. Nunca tirar la toalla, esa ha sido la clave, tratar de hacerlo y disfrutar del momento», ha explicado el piloto de Ducati.
El de Cervera también reconoció que éste séptimo Mundial logrado en su primera temporada de rojo es «más que un título»: «Lo he dicho antes de lograrlo, porque era el reto más importante de mi carrera, porque cuando estas en la cumbre, en la gloria, cosechando campeonatos y victorias, cuando caes, el golpe es aún mayor, porque caes hasta el fondo del hoyo y no es fácil salir de ahí».
«Muchas personas me han ayudado, no voy a decir nombres porque no finalizaría nunca, pero hay muchas personas, muchísimas, que me han otorgado la forma de seguir, que me han aconsejado que siga a mi instinto y esa ha sido una grandísima ayuda para mí«, ha vuelto a poner en valor.
Márquez, además, también quiso destacar el escenario en que ha vuelto a lograr ser campeón del mundo para acordarse de Honda, donde corrió durante una década y logró los mayores éxitos de su carrera: «A veces parece que alguien está escribiendo qué es lo que te depara, pero hemos podido cerrar el círculo en Japón, donde también lo cerré por última vez, y donde decidí seguir una vía distinta y con un podio en el que he estado con todo mi equipo Ducati, pero también con mi antiguo equipo Honda, así que ha sido perfecto».
Respecto a la carrera, Marc ha confesado que recorrió el último sector ya entre lágrimas dentro del casco. «Además, entre las lágrimas y el humo de la moto de Pecco pensé ‘qué pasa, que ya ha empezado la fiesta’, qué está pasando. Bromas aparte, hoy no podía controlar las emociones, incluso antes de la carrera ya me resultaba difícil controlarlas«, ha revelado.
«He dado mi ciento por ciento, he tomado las decisiones que he tomado y he sacrificado muchas cosas por el camino para lograrlo, pero lo más importante es que una vez he escogido el camino, el objetivo en ese momento no era la cumbre de la montaña, no era el campeonato, estaba buscando el objetivo de mi pasión, de volver a disfrutar encima de la moto y continuar con mi carrera deportiva«, concluyó.