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Un épico Paris Saint-Germain gana su primera Supercopa de Europa en los penaltis

Publicado: agosto 13, 2025, 9:43 pm

Épica Supercopa de Europa para el Paris Saint-Germain. Empezaron con dos goles de desventaja los de Luis Enrique, que creyeron hasta el final para empatar el partido en el tiempo de descuento y llevar la final a la tanda de penaltis, donde el campeón de la Champions se impuso para proclamarse supercampeón de Europa por primera vez en su historia.

El PSG estaba muerto. Desahuciado. En el minuto 84, el 0-2 en el marcador a favor del Tottenham no permitía apenas pensar en la remontada que brindaron los parisinos. Porque no habían generado apenas peligro. No habían ejercido la superioridad aplastante de otras veces. Hasta que el zurdazo de Kang-In Lee tocó la red. Ahí, los Spurs se hundieron. El PSG se creció. Y Gonçalo Ramos apareció para llevar el duelo a los penaltis en el 94′.

No fue éste el PSG que se vio en Múnich, aquella máquina perfecta que atropelló al Inter de Milán para levantar su primera ‘orejona’. Fue un equipo al que le costó encontrar ritmo. Sin pretemporada, magullado por la derrota ante el Chelsea en el Mundial de Clubes y sumido en la polémica por la situación de Donnarumma. Demasiado en contra como para brillar en su primer partido tras vacaciones.

Pero la calidad del equipo, la resiliencia y mentalidad de una plantilla ávida de títulos, de hacer historia, pudo con todo. Ya pasó malos momentos la pasada campaña y acabó dominando. Y pasó malos momentos en Údine. Pero acabó prevaleciendo. El sextete sigue vivo en París.

Lo pasó mal con el balón aéreo del Tottenham. Así encajó los dos goles. Primero Van de Ven, en el 39′. Después Cuti Romero, en el 48′. Este último, con error incluido de Chevalier, que centraba las miradas por el contexto Donnarumma. El Tottenham, durante buena parte del duelo, se sintió con derecho a soñar.

Porque el planteamiento táctico de Thomas Frank, en la noche más importante de su carrera, fue perfecto para aprovecharse de un PSG que llegó al duelo entre algodones, con demasiados frentes abiertos que acabaron pasando factura. Presión alta, contras fugaces y el balón aéreo como mejor aliado. Y Vicario, que jugó en su Údine natal, apenas tuvo trabajo hasta los compases finales.

«El PSG no es invencible», había dicho Ben Davies. El Tottenham se lo creyó de verdad. Algo atenazado en un inicio. Pero poco a poco más cómodo. Más entero. Con contras más precisas. Así lanzó el primer aviso. Disparo de Richarlison que Chevalier, gran protagonista, salvó con estilo. Su primera gran parada con el PSG en una noche que fue una montaña rusa de emociones.

Brilló también el joven meta francés en el minuto 39 con una parada salvadora que desvió el lanzamiento de Palinha al larguero. Pero no pudo evitar que el rechace cayera manso a Van de Ven, primer goleador de la noche, culpable de que el Tottenham mandara al descanso.

Fue un golpe muy duro para el PSG, que salió al terreno de juego algo desubicado, sin la confianza que exhibió en esta campaña. Y lo pagó caro. En otra jugada a balón parado. Esta vez, con el Cuti como protagonista ofensivo, rematador de cabeza del centro de Pedro Porro. Y con Chevalier como señalado. El meta erró claramente en el despeje y mermó con las opciones del PSG.

Parecía sentenciado el duelo. El PSG merodeaba el área, aunque sin dar sensación de peligro. Hasta que dos héroes inesperados aparecieron. Kang-In Lee y Gonçalo Ramos. Saltaron desde el banquillo y revolucionaron el duelo.

El surcoreano sacó un zurdazo desde la frontal del área que hizo temblar al Tottenham. Cinco minutos más seis de descuento por delante. Y sobre la bocina, en el 94, un centro de Dembelé encontró en Ramos el aliado perfecto. El PSG resucitó. El Tottenham murió. Los penaltis, que no empezaron bien para los franceses, con el error de Vitinha, acabaron dictando sentencia. El PSG, supercampeón de Europa. Luis Enrique volvió a obrar el milagro. Y el sextete sigue siendo posible.

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