Publicado: septiembre 27, 2025, 9:44 am
Por desgracia, las disputas entre compañeros están presentes en todos los trabajos. Es algo típico, que ocurre a diario hasta en las mejores familias. Y sino que se lo digan a Julia Roberts que, en una entrevista para el New York Times reveló el conflicto que surgió con su compañero de reparto Nick Nolte durante el rodaje de la película Me gustan los líos, en 1993.
En el film, Roberts y Nolte interpretaban a dos reporteros de Chicago que se ven obligados a colaborar para investigar un accidente de tren. La complicidad que mostraron en la película, en absoluto se correspondía con la vida real. Y es que detrás de las cámaras, la tensión se palpaba en el ambiente. «Fue una pesadilla. No nos soportábamos», reconoció sin tapujos la protagonista de Erin Brockovich.
Un rodaje en el que saltaron chispas
La tensión entre ambos actores fue evidente desde el primer momento y no pasó desapercibida. «Desde el momento en que lo conocí, empezamos a pelearnos y, como es natural, nos sacamos de quicio. Aunque puede ser encantador y muy simpático, también es absolutamente repugnante. Me odiará por decir esto, pero parece que se esfuerza por repeler a la gente», sentenció la actriz en la entrevista para The New York Times con motivo del estreno de la película.
Durante la entrevista, Nick Nolte estaba junto a ella y el comentario le pilló por sorpresa, pero no se quedó callado. De hecho, su respuesta fue inmediata y, sobre todo, contundente. «No está bien llamar a alguien ‘repugnante’ pero ella tampoco es una buena persona. Todo el mundo lo sabe».
Otros conflictos fuera de las cámaras
A pesar de ser conocida como la «sonrisa de Hollywood» no todo son risas y buen rollo en los rodajes de Julia Roberts. De hecho, su enfrentamiento con Nick Nolte no ha sido el único conflicto que ha vivido a lo largo de su carrera.
Durante los primeros años de su trayectoria profesional, su carácter exigente y perfeccionista generó algunos roces con directores y compañeros. En la película Magnolias de acero (1989) trabajó bajo las críticas severas del director Herbert Ross, que le hicieron dudar de su propia actuación y a sentirse frustrada.
Además, la vida personal de Julia Roberts también ha tenido sus episodios complicados. Uno de los más conocidos fue su compromiso fallido con Kiefer Sutherland en 1991, cancelado apenas tres días antes de la boda por las sospechas de Roberts de una posible infidelidad por parte del actor.
Años después, contrajo matrimonio con el cantante Lyle Lovett, pero la relación duró apenas 21 meses, debido principalmente a la diferencia de estilos de vida y exigencias profesionales.