Publicado: agosto 23, 2025, 6:27 am
En plena cuenta atrás para recibir a su tercer hijo, Rihanna y Rakim Athelaston Mayers, más conocido como A$AP Rocky, van a experimentar, antes de terminar el año, lo que es convertirse en familia numerosa.
Y es que aunque la pareja tenga ya dos hijos, la nueva ampliación de la familia será, como las veces anteriores, un desafío para su relación y, a la vez, un cambio que modificará las dinámicas familiares ya existentes. Sin embargo, si algo cuentan los artistas a su favor, es que ante estas situaciones hacen equipo convirtiéndose en apoyo mutuo y es algo que se convierte en un refuerzo para su vínculo sentimental.
Pero, ¿cómo llegaron la de Barbados y el estadounidense a formar este «dream team«? No ha sido algo espontáneo, sino el resultado de muchos años de relación (incluyendo de amistad) y conocimiento el uno del otro.
De hecho, antes de tan siquiera ser pareja, a Rihanna y al futuro padre de sus hijos solo les unía una relación profesional. En 2012 empezaron con una colaboración juntos para uno de los sencillos de la artista y, contentos con el resultado, el rapero se convirtió en telonero de la artista abriendo los conciertos de su gira por Estados Unidos en 2013.
De aquella pasión por la música surgió una fuerte amistad y se les veía pasando tiempo juntos en desfiles o eventos. Aunque la ocasión de que se dieran una oportunidad como algo más que amigos no llegó hasta finales de 2019, cuando la de Barbados había terminado la relación con el empresario Hassan Jameel.
Según contó una fuente cercana a la artista a la revista People, Rihanna y A$AP Rocky habían sido inseparables durante los últimos meses. De hecho en diciembre de 2020 se les vio cómplices y cariñosos en el país de origen de la fundadora de Fenty Beauty para un viaje cuyo objetivo habría sido introducir al rapero en su familia.
Y aunque para entonces seguían optando por la discreción absoluta y blindar sus opiniones a los medios, fue en mayo de 2021 cuando el estadounidense dejó poco lugar a dudas de cuán fuerte era su relación romántica cuando en una entrevista a la revista GQ comentó sobre Rihanna: «Ella es la única».
Lo siguiente que conocimos de su relación es que se iban a convertir en padres, primero en mayo de 2022 de RZA y en agosto de 2023 de su segundo hijo: Riot Rose. Dos noticias que la cantante dio de maneras muy mediáticas, la primera mostrando su incipiente barriguita por las calles de Nueva York y la segunda en su mítica actuación de la Super Bowl. Y, para no ser menos, su tercer embarazo fue revelado en un lugar no menos espectacular: la alfombra azul de la Gala MET.
Nuevos roles y más complicidad
Aunque no se sabe cuándo dará a luz Rihanna o el nombre del bebé -aunque siempre ha ‘compartido’ su embarazo con unos cuántos meses de antelación, así que los fans especulan que sería hacia finales de otoño-, viendo su recorrido como pareja es más fácil entender su sólida unión. Los artistas comenzaron formando una base de amistad donde se entrelazaba la buena química laboral y pasión por hobbies compartidos, como la moda, por lo que no solo se conocen en todas las facetas, sino que su compatibilidad es altísima.
De hecho, en palabras de una fuente de su entorno que habló con la revista People acerca de su relación en 2021: «Este romance ha evolucionado desde que eran amigos. Ya se conocían y respetaban mutuamente y ha crecido desde ahí. Se quieren y siempre se lo pasan bien, incluso antes de que empezaran a salir. Todo eso hace que ahora tengan un sólido romance».
La llegada de sus pequeños, con los consabidos cambios familiares, tampoco ha desestabilizado a la pareja. La propia Rihanna definió su relación en la revista British Vogue como «mejores amigos con un bebé». «Tenemos que estar en la misma página, pero siempre hemos tenido eso en nuestra relación. Todo cambia cuando tienes un bebé, pero diría que no ha hecho nada más que unirnos», expresó al mismo medio.
A pesar de todo, su tercer bebé, convertirá a los Athelaston-Fenty en familia numerosa, lo que implica no solo más responsabilidades logísticas, sino una reconfiguración emocional para todos. Por ejemplo, RZA y Riot dejarán de ser los ‘pequeños’ para asumir nuevos roles como hermanos mayores, lo que suele modificar la forma de interacción con los padres y entre ellos. Y aunque todo cambio suele traer cierto desajuste al principio, se terminan consolidando las nuevas rutinas así como complicidades.
Para Rihanna y A$AP Rocky, el desafío seguirá siendo el de mantener esos espacios como pareja que, como han demostrado con el tiempo, han sabido priorizar independientemente de la fama y la crianza. Ambos son un gran ejemplo de cómo mantener el equilibrio de sus responsabilidades familiares va de la mano con el romanticismo y la amistad entre ellos. Para los cantantes volverán los pañales y las noches sin dormir, sí, pero también nuevos aprendizajes y más amor en ese equipo que pronto tendrá cinco componentes.
