Con móviles como el que he probado, los plegables tienen el futuro asegurado - Estados Unidos (ES)
Registro  /  Login

Otro sitio más de Gerente.com


Con móviles como el que he probado, los plegables tienen el futuro asegurado

Publicado: agosto 6, 2025, 9:24 pm

Los móviles plegables son muy de nicho, entre otras cosas por su abultadísimo precio. Sin embargo, el que prueba uno queda prendado de la ampliación de la experiencia. Y si la tendencia es que sean tan cómodos como el Samsung Galaxy Z Fold7, deliciosamente delgado como señalamos en nuestras primeras impresiones, el futuro de los teléfonos de pantalla flexible está asegurado porque continuarán ganando adeptos.

Samsung lleva la esencia y la dimensión Galaxy Fold al cauce de lo ultradelgado, la tendencia imperante en la vertiente. La escenifica con el poderío y el dominio tecnológico distintivos de la marca surcoreana, una manera de recordar a la pujante competencia su posición de liderazgo.

El Samsung Galaxy Z Fold7, plegable de apertura tipo libro, cuesta 2.109 euros en la configuración de 12 GB + 256 GB (la que hemos probado durante varias semanas), 2.229 euros en la de 12 GB + 512 GB y 2.529 euros en la de 16 GB + 1 TB. Los importes implican subidas de 100 euros y de 160 euros (en el caso de la versión más imponente) respecto a los precios originales del Z Fold6.

Especificaciones técnicas principales del Samsung Galaxy Z Fold7

  • Pantalla principal: Dynamic AMOLED 2X de 8 pulgadas (QXGA+, 120 Hz)
  • Pantalla de la cubierta: Dynamic AMOLED 2X de 6,5 pulgadas (FHD+, 120 Hz)
  • ​Procesador: Qualcomm Snapdragon 8 Elite
  • Configuración: 12 GB + 256 GB / 12 GB + 512 GB / 16 GB + 1 TB
  • Cámaras traseras: principal de 200 MP + teleobjetivo 10 MP + ultra gran angular 12 MP
  • Cámaras de las pantallas: 10 MP y 10 MP
  • Batería y carga: 4.400 mAh con carga de 25W (admite también inalámbrica)
  • Sistema operativo: One UI 8 (Android 16)
  • Conectividad: 5G
  • Otros elementos: nano SIM, eSIM, Galaxy AI, Samsung Knox, Gemini, Advanced Armor Aluminio, Corning Gorilla Glass Ceramic 2, Corning Gorilla Glass Victus 2
  • Peso y grosor: 215 gramos / 4,2 y 8,99 mm
  • Precio (momento lanzamiento): desde 2.109 euros

Muy delgado y cautivador

Lo conseguido por Samsung sorprende y cautiva. Sus 4,2 mm de grosor abierto y sus 8,99 mm cuando se deja plegado suponen un drástico adelgazamiento frente a los 5,6 mm y 12,1 mm de su antecesor. El fabricante ha tomado nota de lo que demanda el usuario.

Es inevitable quedarse ‘en trance’ deteniéndose en su delgada condición y en su poderoso refinamiento. Cualquier lado y ángulo desde el que se mire (abierto, cerrado fijándose en su pliegue perfecto, mirando el lateral con la bisagra, observando la trasera) pone de manifiesto su impecable diseño.

El esfuerzo aplicado en paralelo en términos de ligereza (215 gramos frente a 239 gramos) da como resultado un plegable perfeccionado y enormemente cómodo. A su vez, la perceptible calidad de los materiales, con el aluminio al frente, y de la bisagra ofrecen total tranquilidad acerca de su resistencia y durabilidad.

Tampoco pasa desapercibido el crecimiento de los dos paneles, lo que en lo relativo al externo minimiza la sensación de estar ante una cubierta. No desaparece, pero se rebaja y apetece usarla más, si bien lo suyo es sumergirse en la interior.

Aunque se trata de un detalle menor, en contraste hay que apuntar lo que ‘baila’ cuando se coloca en la mesa con la pantalla boca arriba, una cuestión derivada del tipo de módulo trasero. Una pieza en la línea estética Samsung que en esta ocasión suaviza el recubrimiento de las lentes, más grueso en la generación precedente.

Dos pantallas, doble experiencia

Por su naturaleza, el nivel del plegable se hace corpóreo por medio de lo que promueven sus pantallas, de notable alto la exterior y de matrícula la principal. Nada representa mejor su categoría visual que el placer de ponerse a repasar la galería fotográfica en el panel interno.

Esta pantalla, como acostumbra Samsung una Dynamic AMOLED 2X con resolución QXGA+, sube de las 7,6 a las 8 pulgadas, un tamaño perfecto para un libro así. La de la cubierta, igualmente una Dynamic AMOLED 2X con fluidez adaptativa de hasta 120 Hz, crece de 6,3 a 6,5 pulgadas y mejora asimismo en la resolución, ahora FHD+.

Las pantallas van bien de brillo, apartado en el que además se agradece la pestaña para sumar una ración extra. Las opciones contemplan el protector de la vista, el tono de color adaptable, dos modos de color de pantalla (intenso y natural; gustaría alguno más) y la relación de aspecto (solo para la principal).

Sobre el pliegue de la zona flexible, de momento inevitable en esta fase tecnológica, Samsung comentaba que lo había reducido y lo cierto es que resulta más sutil cuando se pasa el dedo por el centro.

Fotos con presencia

La incorporación de la misma cámara que la del S25 Ultra evidenciaba de partida la intención de Samsung de elevar la fotografía, hacerla más premium y equipararla a la de su gran icono. Y desde luego Samsung consigue que las imágenes, nítidas, transmitan presencia y luzcan en consonancia con el rango del teléfono. Exhiben su tronío a pesar de algunas ‘impurezas’.

Su sugerencia se acompaña del comentado enriquecimiento de la experiencia promovido por el factor plegable gracias a las formas de visualizar y tomar el contenido: con la pantalla interior duplicada y viendo a la izquierda cómo quedan las fotos que se van realizando, a pantalla completa, con la pantalla semiplegada, usando la vista previa de la cámara frontal… La aplicación, favorecida por el rediseño aplicado con el estreno de los S25, funciona de maravilla.

La cámara principal de 200 MP, con estabilización óptica de imagen, cede en ocasiones el protagonismo a su teleobjetivo de 10 MP con un bastante seductor zoom óptico 3x (distancia focal de 69 mm) y zoom espacial (digital) de hasta 30x, también con OIS. La composición trasera se completa con la ultra gran angular, de 12 MP y con campo de visión de 120 grados.

La de la pantalla externa mantiene los 10 MP, resolución a la que sube la cámara de la pantalla de dentro del libro, mejorada para la ocasión y que supone que Samsung entierre la cámara ‘invisible’ e integrada bajo el panel, un elemento en desuso.

Con la posibilidad de hacer disparos de 12, 50 ó 200 MP, y con la enorme riqueza posterior de las herramientas de edición, el móvil dispone de modo retrato (1x, 2x y 5x), permite grabar vídeos en UHD y en 8K (también en FHD y HD), cuenta con tres modos para expertos (Expert RAW, Pro y Vídeo Pro), modo noche, vídeo retrato y grabación dual.

Snapdragon 8 Elite: no podía ser otro

Hay generaciones en las que Samsung elige un único procesador para sus smartphones de renombre y otras en las que prefiere combinar Qualcomm y Exynos, como hace en esta evolución de plegables. Aunque para el Z Flip7 entra en escena el Exynos 2500, nuevo chipset de la casa (proceso de 3 nm), la compañía reserva el Snapdragon 8 Elite para el Z Fold7. Cualquier otro movimiento no se habría entendido considerando que este libro ultradelgado se mueve en los niveles del S25 Ultra y tanto este como sus hermanos integran el procesador estrella.

La potencia del Snapdragon 8 Elite le sienta bien al día a día con un plegable. El rendimiento y la fluidez en este cauce van en la línea de la sobresaliente experiencia que ha suscitado al analizar lo que depara en otros teléfonos de prestaciones premium.

Estos plegables han estrenado One UI 8, software basado en Android 16 que continúa la senda abierta con la versión precedente, atractiva por aspectos como los cambios de diseño. Viene con las funciones de Galaxy AI descubiertas de la mano de los S25, punto de partida respecto al que introduce algunas novedades. Además, usar Galaxy AI en un dispositivo de estas características entraña un plus de por sí, agradeciéndose la versatilidad, la naturalidad y la adecuación del sistema al formato empleado y al componente flexible, como ocurre con la multitarea.

Las odiosas comparaciones

La batería no se toca y permanece en los 4.400 mAh. Aguanta y resiste bastante bien y supera las expectativas para ubicarse por debajo de los clásicos 5.000 mAh, dando sin dificultades un día y medio de uso alternando momentos intensos y otros de barbecho.

Sin embargo, las comparaciones son odiosas y uno no puede evitar pensar en que Samsung deja pasar el tren de las capacidades más ambiciosas, al que llevan tiempo subidos sus competidores directos. El mercado resalta que el factor plegable y la delgadez no sirven como excusa.

La oportunidad perdida viendo lo de alrededor se atenúa gracias al desempeño de la batería, lo que no sucede en el terreno de la carga rápida, en el que la marca siempre actúa de manera demasiado conservadora. Sus reeditados 25W resultan claramente escasos para un móvil de 2.000 euros. No hace falta irse a los 120W, pero sí llegar por lo menos a las velocidades de nivel medio. Los 45W del S25 Ultra deberían ser lo mínimo en este caso.

Related Articles