El aplazamiento del nombramiento de Teresa Ribera como nueva vicepresidenta de la Comisión Europea tiene a Ursula von der Leyen alerta, pero la situación es la misma y la alemana mantiene su confianza pese al veto momentáneo del PP (y del PPE) al menos hasta que la española dé explicaciones en el Congreso por la DANA. «La presidenta ha dado su confianza al conjunto de candidatos al puesto de comisarios y el proceso para su confirmación está en curso. Evidentemente nada ha cambiado con respecto a esta posición inicial«, sostuvo Eric Mamer, portavoz del Ejecutivo comunitario.
Eso sí, Bruselas no quiere entrar en la posición del PPE, aunque Von der Leyen está mediando para desatascar la situación y que el Colegio de Comisarios sea aprobado en los próximos días, antes de pasar a pleno y que la Comisión empiece a trabajar el 1 de diciembre.
La foto completa tiene muchos matices. El primero es en clave española, con Feijóo buscando la manera de desgastar a Ribera para controlar al menos el mensaje. Erosionar a la vicepresidenta es erosionar al Gobierno de Sánchez, errático en muchos puntos de la gestión de DANA, y liberar de presión al de Carlos Mazón, también con fallos relevantes a sus espaldas estas semanas. El segundo tiene que ver con la rivalidad entre Von der Leyen y el líder del PPE en la Eurocámara, Manfred Weber. No, el alemán no quiere ponerle las cosas fáciles a su paisana. Eso también cuenta.. El tercero: esto solo parece ser un aviso de cómo se va a desarrollar la legislatura, no tanto dentro de la Comisión como en el Parlamento Europeo. División total.
Dolors Montserrat dejó caer que «la historia y quizá los jueces» dicten sentencia sobre el papel de Ribera ante la DANA y le pidió el compromiso de dimitir si se ve envuelta en un periplo judicial. Además, la tildó de «radical» y de ser «la principal enemiga» del campo europeo. Vox fue más allá y dijo que ella es «la responsable de lo ocurrido en Valencia» porque «conocía los riesgos y no hizo nada». La vicepresidenta, de nuevo tibia, respondió culpando implícitamente al Gobierno de Mazón de no hacer caso a las alertas. «En este caso la alerta era roja», recordó. Se tensó la partida que ya venía viciada de horas antes.
Con todo de momento bloqueado, los socialdemócratas responsabilizan a Manfred Weber de la situación. «La dirección del PPE ha roto el acuerdo político de las fuerzas democráticas proeuropeas del Parlamento Europeo en aras de una agenda destructiva del Partido Popular español que ataca a la Vicepresidenta Ejecutiva designada Teresa Ribera», explican. Y van más allá también clave española.
«El Partido Popular español está intentando convertir a Teresa Ribera en el chivo expiatorio de su fracaso a la hora de gestionar las inundaciones más catastróficas de la historia reciente de Europa, que han provocado más de 200 víctimas mortales, y ha tomado como rehén al PPE, llevando a toda la Unión Europea al borde del abismo de la forma más irresponsable», resume S&D en un comunicado.